VALÈNCIA. La startup valenciana Pintatucasa ha bajado la persiana tras declararse hace unos meses en concurso de acreedores. Fundada en la incubadora Demium Startups, se trataba de un marketplace en el que era posible pedir presupuestos para pintar una determinada parte de la casa y recibirlo en 30 segundos. La compañía logró configurar una red de 400 pintores en toda España y alcanzar gran parte del territorio nacional pero, finalmente, la pasada semana concluyó el concurso y la empresa culminó la liquidación.
Fue en 2017 cuando Pinturas Isaval decidió adentrarse en el mundo digital con una importante inversión en el proyecto dirigido por Santiago González. "¿Cómo va a afectar Internet en la venta de pintura?", se preguntaba Santiago Vallejo, consejero delegado, quien señalaba la importancia que adquirirían los marketplace en el sector. "Cuando hay una mejora económica en un hogar la gente pinta, pero es un trabajo sucio y costoso y suele llamar a un profesional", reconocía. "Un pintor es una micropyme y esto es una forma de acercarlos al cliente".
La inversión de Pinturas Isaval se realizó como socio industrial con la aportación de una base de pintores homologados por la empresa que utilizaban el material de la compañía valenciana. "La pintura no va a viajar a través de Amazon pero sí que podemos unir a los clientes con los profesionales", señalaba. Sin embargo, el proyecto no cuajó y finalmente acabó disolviéndose la sociedad. "Me gusta pensar que en nuestra corta vida hemos podido ser inspiración para otras relaciones entre startups y corporate", señala González.
La relación entre Pintatucasa.es y Pinturas Isaval sirvió para que la startup ganara recursos y robustez por el apoyo de una corporate y, al mismo tiempo, la compañía hizo un piloto en la senda de la digitalización de su servicio. La startup logró implantarse en las 63 poblaciones españolas con más de 100.000 habitantes
Este modelo utilizaba el momento caliente de compra online, que permitía que el usuario que necesitara contratar un servicio de pintura pudiera hacerlo en menos de cinco minutos ya fuera desde el smartphone o desde el ordenador, donde decidía qué quiere pintar, dónde y cuándo en servicios que pasaban por quitar gotelé, pintar el exterior de una casa o hacer murales.