BARCELONA (EP). La prevalencia de sufrir una enfermedad o problema de salud crónico o de larga duración es más elevada entre las mujeres que entre los hombres, un 40,6% frente a un 34,6%, según un avance de los primeros resultados de la Encuesta de Salud de Catalunya (Esca) 2017, coincidiendo con el Día Internacional de las Mujeres.
Esta prevalencia crece a medida que los grupos son de mayor edad y supera el 65% en personas de 65 años y más, y también es superior en las personas de clase social menos favorecida y en las que tienen estudios primarios o no tienen, según ha informado este miércoles la Conselleria de Salud de la Generalitat en un comunicado.
Los principales trastornos crónicos de salud que padecen mujeres y hombres no son los mismos, y en el caso de las mujeres están relacionadas con enfermedades del aparato locomotor como artrosis y artritis, del aparato circulatorio como presión alta, migrañas o dolores de cabeza frecuentes.
Los principales trastornos en hombres son la presión alta, con un 23,9% de prevalencia; el colesterol elevado, con un 21% y el dolor de espalda crónico lumbar o dorsal, con un 18,6%, mientras que en las mujeres son la artritis o reumatismo, con un 31%; el dolor de espalda crónico lumbar o dorsal, con un 25,9%; el dolor de espalda cervical, con un 24,6%, y la presión alta con un 24%.
Casi ocho de cada diez mujeres hacen una valoración positiva de su estado de salud -77,9% de mujeres por 83,6% de hombres-, hacen un seguimiento más adecuado de la dieta mediterránea, su nivel de actividad física es inferior a los hombres -78,5% por 82,8%- y el consumo de tabaco es inferior.
La encuesta también resalta que la mitad de la población de 18 a 74 años tiene exceso de peso -un 34,5% sobrepeso y un 14,9% obesidad-, y el sobrepeso afecta menos a las mujeres (26,5%) que a los hombres (42,3%).
Nueve de cada diez mujeres de 50 a 69 años se hace periódicamente una mamografía y tres de cada mujeres de 25 a 64 años una citología vaginal.
La enfermedad, aunque se trate de un simple catarro, invita a la reflexión. Te apartas del mundo y en silencio dialogas contigo mismo. ¡Qué sería de los enfermos sin una cama donde soportar sus males!