VALÈNCIA. La memoria de la Fiscalía General del Estado, presentada este lunes, arroja datos preocupantes en materia de violencia de género. Pese a ser el año con menor número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas desde 2010, 49 asesinatos siguen siendo una cifra inasumible para una sociedad avanzada.
Pero si preocupante es el número de muertes, más todavía lo es que el porcentaje de ellas que había presentado denuncia previa, que fue del 32,65 % (16) frente al 20,75 % del año 2017. Sobre este hecho, explica la Fiscalía que “este incremento genera la frustrante sensación de que, a pesar de la mayor confianza de las víctimas en la respuesta judicial, no se ha sido capaz de ofrecer la protección adecuada para garantizar su seguridad”.
Por otra parte, apostilla la fiscal, que se sigue observando que “en muchas ocasiones, el círculo más íntimo de amigos, familiares o vecinos eran ya conocedores de la situación existente, o se trataba de profesionales a los que había acudido la víctima con anterioridad a pedir ayuda, sin que se hubiera formulado denuncia”. Esta simple frase evidencia que, en España, por desgracia, se sigue viendo la violencia de género como algo casero, que se debe solucionar en el ámbito del hogar, aunque las estadísticas sean escalofriantes año tras año. Solo el 0,46 por ciento de las denuncias fueron interpuestas por familiares, y el 4,74 por ciento por servicios asistenciales o terceros.
Por comunidades autónomas, aunque el número de feminicidios en 2018 en la Comunitat no resultó excesivo, sí que lo es si se miran los datos con perspectiva. Analizando los últimos 12 años y, según datos reflejados en el Xl Informe del Observatorio Estatal para la Violencia de Género, Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid y Comunitat Valenciana son las que constatan mayor número de víctimas, representando el 60 % del total. Aunque la comunidad peor parada es la Andaluza donde fueron asesinadas el 26,5 por ciento de las mujeres de 2018, un triste récord como la peor comunidad que ya alcanzó en 2009, 2010, 2011 y 2013.
Otro dato aterrador es que, de las 49 víctimas de 2018, 19 lo fueron en capitales y el resto se produjeron en otras localidades, lo que evidencia, a juicio del Ministerio Fiscal “la necesidad de un mayor despliegue territorial en la protección y asistencia a las mujeres víctimas de violencia de género”.
Frente al significativo incremento de denuncias que reflejaban los datos estadísticos ofrecidos por el CGPJ en el año 2017, que supuso un aumento del 16,4 % con respecto a 2016, este año el incremento se ha limitado a un 0,4 %, de manera que el número total de denuncias formuladas a lo largo de 2018 ascendió a 166.961, frente a las 166.260 del año 2017.
Cuando se habla de violencia de género, en la mayoría de los casos, las víctimas no son solo las mujeres, sino que es un tipo de violencia que afecta a los hijos. El número de menores que fueron asesinados por su padre en 2018 fue de 8, pero otros 40 niños y niñas quedaron huérfanos, frente a los 27 del año anterior.
En el año 2018 se dictaron 68 sentencias por delitos contra la vida, de las que 62 fueron condenatorias (91,17 %) y 6 absolutorias (8,83 %). En una de ellas del condenado asesinó a la víctima y a sus dos hijos menores de edad.
De las sentencias condenatorias (62), 33 (53,22 %) fueron por asesinato consumado, 8 (12,90 %) por asesinato intentado; 2 (3,22 %) por homicidio consumado y 19 (30,64 %) por homicidio intentado.
En la mayor parte de los supuestos, la condena por delito de asesinato se produjo por la concurrencia de una sola de las circunstancias agravantes específicas (la alevosía), lo que ocurrió en 33 ocasiones. En ningún supuesto concurrió solo el ensañamiento, mientras que en 7 de los casos se aplicó tanto la alevosía como el enseñamiento. De ello se deduce que en el 64,51 % del total de las condenas estudiadas “se ha apreciado la alevosía, lo que sigue revelando que la mayoría de los agresores se aprovechan de la indefensión en que se encuentra la víctima”.
Por último, del total de sentencias dictadas no referidas a asesinatos o tentativas de asesinato, 29.022 fueron condenatorias, el 70,8 % de las dictadas, es decir, casi un punto más que en el año 2017. A su vez, del total de fallos condenatorios, 17.012 fueron por conformidad del acusado, lo que supuso un 58,6 % y 6 puntos más que en el año 2017.