VALÈNCIA. Las cajas rurales españolas no son ajenas al proceso de desapalancamiento por el que sigue atravesando el sector bancario y que todo apunta a que tendrá continuidad en los próximos meses. Por lo pronto, el número de cooperativas se ha reducido a la mitad en los últimos 10 años, tal y como la ha constado este diario de la base de la Unión Nacional de Cooperativa de Crédito (UNACC).
Al cierre de 2006 eran 83 entidades frente a las 43 del último día del pasado año. Conviene tener en cuenta que el Grupo Cooperativo Cajamar, el más potente de España y donde están integradas una veintena de cooperativas valencianas, no computa porque a finales de 2014 se integró en la patronal bancaria (AEB) abandonando la UNACC.
Los números de la Unión dan fe de lo que es una constante en el sector bancario: cierres de sucursales y los consiguientes despidos aunque hay que tener en cuenta también las prejubilaciones. Concretamente a lo largo de los últimos diez años la red comercial se ha recortado un 31,50%, dado que las 4.922 oficinas repartidas por todo el territorio nacional en 2006 se han reducido hasta las 3.303 del pasado 31 de diciembre.
Por su parte, el número de empleados en las cooperativas españolas ha pasado de los 19.334 a los 12.223, lo que implica un descenso del 36,78% según los mismos datos. Números a la baja también en lo que al total de socios se refiere, casi una cuarta parte menos (-24,16%) hasta los 1.450.359 repartidos entre 1.332.210 personas físicas, 111.502 jurídicas y 6.647 cooperativas.
"La crisis ha impactado entre las cajas rurales pero no tanto como lo ha hecho entre bancos y cajas de ahorro donde solo se han salvado Caixa Ontinyent y Colonyà de las casi medio centenar que habían", apuntan fuentes cooperativistas consultadas por este diario. "Además hay que tener en cuenta que a lo largo de los últimos diez años las cajas rurales también han asistido a un proceso de fusiones e integraciones, lo que ha reducido considerablemente el número de entidades y, con ello, más cierres y despidos (incluyendo prejubilaciones)", añaden.
Y no les falta razón porque la banca española suprimió el 30% de la plantilla solo entre 2009 y 2016, es decir, 28 puestos de trabajo al día, según datos del Banco de España facilitados por el Gobierno a Izquierda Unida (IU). Según los datos que maneja IU, incluidos en la 'Solicitud de informes y documentos' del diputado Ricardo Sixto, la banca española contaba con 268.959 puestos de trabajo en 2008, el año en el que dio comienzo la crisis financiera, frente a los 186.674 empleos correspondientes al cierre del ejercicio 2016.
Mientras tanto el sector cooperativista sigue en su línea de trabajo a la sombra recibiendo la confianza de nuevos clientes procedentes de entidades que han dejado de estar presentes en muchos núcleos poblacionales. "Sobre todo en pequeños pueblos donde las cajas rurales se han visto favorecidas por el cierre de la competencia, lo que ha provocado un trasvase de clientela".