Con la gran crisis que atraviesa el papel, parece que las bibliotecas tienen los días contados. ¿La solución? Salvaguardar la comunidad creando un nuevo espacio de ocio alternativo, descanso y aprendizaje
VALÈNCIA. Durante la primera mitad de junio, en la Marina Real, Bibliotecas Salvajes crea una Biblioteca Expandida Deslocalizada (BED) con la intención de convertir la biblioteca pública en el tercer lugar de la vida de una persona (casa, trabajo y... ¿Biblioteca?). Los tiempos están cambiando, y las bibliotecas estrictas que amontonan libros envueltas en un silencio hermético tienen los días contados. ¿Cómo revertir la situación? Un proyecto creado por tres bibliotecarios y un arquitecto llamado Bibliotecas Salvajes intenta cuidar esta comunidad construyendo una biblioteca contemporánea.
Néstor Mir, uno de los bibliotecarios salvajes, relata que la inspiración llegó cuando estaba en Montreal, Canadá, donde descubrió que los espacios públicos no sólo tenían libros, si no que además disponían de zonas de descanso -con sofás, pubs...- donde los jóvenes podían jugar con los ordenadores, aprender sin formato libro o disfrutar de actividades organizadas. "Ahora la gente ya no viene tanto como cuando el libro era el único refugio" reconoce Mir. La solución es renovarse".
BED es un prototipo que apuesta por una nueva forma de aprender. El proyecto se realiza de viernes a domingo hasta el 16 de junio en lo que fue una oficina de información durante la America’s Cup y de venta de merchandising, en la Marina Real. Más allá de tener libros y silencio, BED se ha convertido en un espacio para el aprendizaje de una forma reinventada. Por el momento, han realizado talleres de música, de maquetas de barco e incluso una escape room organizada por Homolúdicus. El objetivo es que las bibliotecas municipales se conviertan en un espacio cultural.
"El ratio medio de edad de asistencia en jóvenes de 15 a 25 años ha decaído drásticamente. Solo van a estudiar universitarios, y eso hay que revertirlo" insiste Néstor Mir. Este proyecto se había presentado anteriormente a partidos políticos, a organizaciones públicas... Y hasta el momento no se había puesto en marcha, pero la Marina Real decidió atreverse con este valiente prototipo.
Con esta biblioteca 2.0, se pretende hacer una "biblioteca de todos", donde las personas puedan aprender sobre diseño, cocina, ilustración... Incluso, ganchillo. A las diferentes asociaciones culturales cercanas a BED se les ha ofrecido un espacio para desempeñar sus actividades, como por ejemplo Ganchilleras Luchadoras o asociaciones de teatro de El Cabanyal.
"Lo fundamental es eliminar la idea de contenedores de estudiantes adultos y transformarlo. Hay que romper el silencio", recalca Néstor Mir. A partir de este proyecto, la idea es que se vaya haciendo en otros lugares o transformar las bibliotecas ya existentes. Por eso, BED hace un llamamiento a todos los 'bibliotecarios salvajes' que quieran unirse al proyecto.
En la linea de la reinvención de las bibliotecas que propone Mir existe un espacio multicultural en Mislata que ya pone en marcha algunas de estas ideas. Fernando Morales, responsable de prensa en el ayuntamiento de Mislata explica cómo comenzó este proyecto: "La Fábrica nació con el objetivo de integrar a los ciudadanos y su participación en los proyectos culturales".
Esta es la razón por la que La Fábrica no sólo es una biblioteca -aunque es cierto que en época de exámenes amplía su horario ininterrumpidamente para facilitar el estudio a los alumnos- si no que es un lugar de "tutorizaje y mentoring ", abierto a un público también senior y en constante cambio.
Desde que se inauguró se puede visitar la exposición de Miquel Navarro, el pintor y escultor mislateño, todos los días. Además, se realizan talleres de fotografía, storytelling, informática... Disponibles para todo el mundo. También se realizan charlas en diferentes idiomas.
El amplio edificio alberga una cafetería, salas de reuniones que se pueden reservar, salas para grupos, ordenadores... E incluso una zona de sofás para descansar. Durante los fines de semana, el Espacio Crea ofrece actuaciones musicales, monólogos y charlas en el salón de actos. A veces, se realizan espectáculos en la gran explanada con gradas que hay en la puerta del edificio, junto al Parque de Cabecera. Pero este proyecto no se frena aquí, la propuesta de espacio sociocultural se amplía y está en marcha la licitación de la futura construcción de un edificio anexo que ampliará el complejo, con una piscina cubierta, gimnasio y auditorio polivalente.