MADRID (EP). Los mecanismos extraordinarios de liquidez puestos en marcha por la Administración central para facilitar el acceso a financiación de las comunidades autónomas han contribuido en más de cuatro veces al aumento de la deuda pública entre 2012 y 2016 que el rescate bancario.
Así se extrae del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017, en el que se recoge que los mecanismos extraordinarios de liquidez generaron un aumento de deuda pública del 16,9 puntos porcentuales en ese periodo, seguido de los intereses (15,8 puntos porcentuales), el déficit primario (12,9), las ayudas para la recapitalización del sector financiero (4,4), el MEDE (2) y el FADE (0,8), frente a la variación del PIB que restó 4,8 puntos porcentuales al aumento y otros factores que evitaron otro alza de 18,2 puntos.
En 2016, los factores que más influyeron en el aumento de la deuda fueron de nuevo los mecanismos extraordinarios de liquidez (2,9 puntos porcentuales), los intereses (2,8), el déficit primario (1,5) y las ayudas para el sector financiero (0,2).
El Gobierno señala que la puesta en marcha de los mecanismos extraordinarios de liquidez ha buscado facilitar a las administraciones territoriales el acceso a financiación a un coste razonable en un momento en el que el acceso a los mercados se había endurecido "notablemente", así como para facilitar el pago de las deudas contraídas con los proveedores y los entes públicos y acabar así con la morosidad pública.
No obstante, a pesar de ser el elemento que más ha hecho crecer la deuda pública, que a cierre de 2016 ascendió hasta el 99,4% del PIB, la contribución de estos mecanismos bajó del 3,7 en 2015 al 2,9% el año pasado.
En cuanto al pago de los intereses, el Ejecutivo explica que se debe al incremento del stock de deuda desde el principio de la crisis y al repunte de los tipos de interés en el contexto de la crisis de deuda soberana.
No obstante, destaca que desde 2013 los intereses ha iniciado una senda decreciente gracias a la caída de la prima de riesgo y la mejora de las condiciones de financiación ligadas a la mayor credibilidad de la economía española, así como por la reducción del déficit público y las reformas estructurales emprendidas, que ha tenido un impacto "positivo" sobre las expectativas de los agentes. De hecho, los intereses han pasado de una contribución a la deuda del 3,5% en 2013 y 2014 al 3,1% en 2015 y al 2,8% en 2016.
Respecto a la contribución del déficit primario a la deuda pública, que excluye los intereses de la deuda, se ha reducido a la mitad en los últimos años, ya que ha pasado de generar un aumento de deuda pública de 3,8 puntos de PIB en 2012 a solo 1,5 puntos en 2016.
Por su parte, el principal impacto de la ayuda financiera a la deuda pública se registró en 2012 (3,7 puntos porcentuales), año en el que se recibió el préstamo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para el saneamiento del sistema financiero.
En paralelo, la contribución de España a los préstamos que el MEDE ha concedido a otras economías europeas en dificultades también ha incrementado la deuda pública, explica el Ejecutivo.
Como contrapartida, el crecimiento de la economía también ha permitido reducir la ratio de deuda pública estos últimos años, a través de incremento del denominador, iniciándose una "senda decreciente" en 2014, que el Gobierno prevé que se intensificará en los próximos años gracias al crecimiento de la economía y a la consolidación fiscal.
En este sentido, subraya que se debe "mantener y reforzar dicha senda en el medio plazo para avanzar en el desapalancamiento del sector público, lo que tendrá "efectos positivos" sobre el crecimiento sostenible y mantener la deuda pública en una senda "sostenible" que proteja a la economía española de posibles 'shocks' externos.
Por ello, aboga por continuar con la estrategia de consolidación fiscal y reformas estructurales que "han permitido una reducción significativa del déficit público y la recuperación y consolidación del crecimiento y la creación de empleo".