Así lo considera el director de Riesgos de Ebury en un momento donde la dicotomía entre crecimiento fuerte e inflación no está cerca de resolverse
MADRID. Las operaciones de los mercados en los pasados días de período vacacional no fueron amables con el dólar. En la primera semana del año la libra, el euro y el dólar se movieron en rangos, mientras casi todas las principales divisas del mercado emergente experimentaban un significativo repunte. El creciente optimismo sobre una aceleración económica sincronizada en todo el mundo llevó al mercado a lanzarse a por activos de riesgo lo que impulsó a la mayoría de los mercados emergentes, liderados por divisas latinoamericanas en general y el peso colombiano en particular.
El calendario de esta semana es bastante liviano. El empleo en la zona euro de hoy, las actas de la reunión del BCE de diciembre el jueves y la inflación de los consumidores de EE UU el viernes deberían centrar la atención. La inflación anual subyacente estadounidense se ha estancado exactamente en 1,7% durante seis de los últimos siete meses. El consenso espera más de lo mismo, por lo que un cambio en cualquier dirección probablemente proporcionaría cierta volatilidad en el dólar.
Esta semana también será tranquila en cuanto a las noticias macroeconómicas de la zona euro. Sin embargo, la publicación de las actas de la reunión de diciembre del BCE debería proporcionar algunas orientaciones muy necesarias sobre la opinión del consejo. La dicotomía entre crecimiento fuerte e inflación débil no está cerca de resolverse. La semana pasada, la inflación subyacente decepcionó nuevamente al consenso, manteniéndose por debajo del 1% por tercer mes consecutivo. No obstante, el índice compuesto de la actividad comercial PMI se elevó a otro ciclo más alto, pero hasta ahora esto no ha tenido ningún impacto perceptible en la inflación subyacente.
Sin muchas novedades en las noticias de Reino Unido, tanto la semana pasada como esta, la libra continuará moviéndose con eventos en otros lugares, siguiendo de cerca el euro frente al dólar. Una pequeña revisión al alza la semana pasada de la encuesta compuesta de actividad comercial PMI a un fuerte 58,1 parece confirmar que el repunte global sincronizado probablemente llevará a Reino Unido a raya, al menos, en el corto plazo. Debería haber un respiro en cuanto a las negociaciones del Brexit hasta finales de enero, cuando la reunión del Consejo General de la UE aclare el mandato de la Comisión para continuar las conversaciones. La producción industrial de noviembre que se conocerá el miércoles debería brindar más orientación sobre el estado de la economía británica y, en este sentido, el consenso espera otro sólido aumento.
El titular del informe de nóminas de EE UU de diciembre fue ligeramente decepcionante pero el resto del informe fue moderadamente alentador. Los 148.000 nuevos empleos fueron algo menos de los esperados, pero eso es probablemente una señal de que Estados Unidos ha alcanzado el pleno empleo y el aumento de nómina es cada vez más difícil en muchos sectores. Algo positivo a largo plazo es que la participación de la fuerza de trabajo se mantiene estable a pesar del envejecimiento de la generación Baby Boom. En general, el informe no cambia significativamente la imagen de un mercado laboral estadounidense ajustado sin, por el momento, la aceleración de las presiones salariales. El informe de inflación del viernes será la clave esta semana. Un repunte desde el actual nivel de 1,7% que se ha mantenido durante la mayor parte de 2017 aumentaría sustancialmente las posibilidades de cuatro aumentos de la Fed completos.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Informe elaborado por Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan, Roman Ziruk e Itsaso Apezteguia