El experto analiza hasta dónde puede llegar el nivel del petróleo con la actual crisis en Oriente Medio tras el asesinato del general iraquí Soleimani
MADRID. El 8 de enero, la situación claramente se relajó. El Gobierno iraní tomó represalias por el asesinato de Soleimani al atacar una base de Estados Unidos en Iraq, pero también advirtió con antelación para evitar víctimas estadounidenses. Trump, en respuesta, indicó que aumentaría las sanciones económicas para golpear al Gobierno iraní, en lugar de recurrir a la acción militar directa. Por lo tanto, los dos gobiernos se inclinan por ganar tiempo para las negociaciones y evitar una guerra. Lo que sigue siendo incierto es cómo responderán las diferentes milicias en la región de Oriente Medio.
La probabilidad de una confrontación directa entre EE UU e Irán se ha reducido en el corto plazo y esto explica por qué el petróleo volvió a caer a los niveles de fin de año. Pero las diferentes milicias en Yemen, Irak, Líbano, Siria todavía pueden responder atacando las infraestructuras energéticas globales y el transporte marítimo. Israel y Estados Unidos los atacaron alrededor de Año Nuevo y la pregunta es si Irán (sin Soleimani) puede mantenerlos bajo control. Si una instalación de producción importante fuera atacada por aviones no tripulados o por ataques directos, esto causaría otra vez un aumento de 5-15 dólares en el precio del petróleo. Sin estas escaladas, vemos que los precios del petróleo se cotizan en un rango de 65-75 este año.
A largo plazo los riesgos geopolíticos no han desaparecido. Si Irán realmente acelerara su programa de uranio, esto provocaría un ataque de Israel. Además, Estados Unidos se está retirando paso a paso de Oriente Medio, y dado que la OTAN no es capaz de involucrarse, o bien surgirá un nuevo vacío o Rusia (y China) obtendrán un mayor control de la región. En este período de transición, las fricciones entre suníes y chiítas pueden reaparecer y el ISIS puede fácilmente revivir y atacar directamente las instalaciones de los principales países productores como Irak y Libia. Por lo tanto, el riesgo de una mayor escalada a largo plazo ha aumentado sustancialmente en comparación con hace 3 meses.
Aunque el crecimiento de la demanda mundial de crudo está previsto que se recupere (por encima de 1,2 millones de barriles al día en 2020) en los próximos años, un nivel de precios que se sitúe estructuralmente en 100 dólares en 2020 acabaría con la recuperación económica mundial y frenaría el crecimiento del consumo mundial de energía. Sin embargo, a largo plazo (los próximos 5 años) sigue siendo incierto si la producción de esquisto estadounidense continúa expandiéndose y proporciona suficiente capacidad de producción sobrante para compensar los descensos estructurales de la producción en Oriente Medio.
Nuestra opinión es que los mercados petroleros se verán estructuralmente subabastecidos para el período entre 2022 y 2027, y que el nivel de precios de 80 dólares se convertirá en la nueva norma para entonces. Cualquier choque geopolítico hará que los precios se sitúen sustancialmente por encima de este nuevo nivel de base.
Michel Salden es Senior Portfolio Manager de Vontobel Asset Management