VALÈNCIA (EP). Los efectos de la Covid-19 sobre el empleo impactan tanto en hombres como en mujeres ya que la crisis no discrimina por género, si bien las consecuencias económicas y sociales de esta pandemia podrían ser diferentes para hombres y mujeres, especialmente en el
mercado laboral, según un informe del Ivie sobre si el coronavirus ha aummentado las brechas de género en el mercado de trabajo. El estudio concluye que la recuperación de la actividad económica en los diferentes sectores puede contribuir a que las diferencias en el mercado según el género se mantengan e incluso se amplíen.
Los autores del informe --Alicia Gómez y José Ramos-- recuerdan que las condiciones laborales de partida más desfavorables para las mujeres (menor incorporación al mercado laboral, menores salarios o menor proporción de cargos directivos) junto con la debilidad del empleo generada por la Covid-19 y la posible evolución de la ocupación en los sectores con mayor participación de las mujeres "van a ralentizar el proceso hacia la igualdad real".
Según los autores del análisis, la estructura sectorial del empleo de los hombres y las mujeres es "determinante" para la salida de la crisis y, aunque, es "difícil" de predecir, "es probable que en los próximos meses la recuperación del empleo de las mujeres se retraiga más que la de los hombres". Por ello, añaden, "si se quiere compensar esa tendencia, serán necesarias políticas activas basadas en medidas efectivas".
De acuerdo con el estudio, algunos índices de vulnerabilidad laboral a corto plazo (porcentaje de temporalidad en el sector privado, importancia relativa de los autónomos, peso relativo del trabajo público y nivel de formación) son más favorables para las mujeres ocupadas que para los hombres con empleo, tanto en España como en la Comunitat Valenciana.
Sin embargo, las mujeres han sufrido una caída porcentual ligeramente mayor en el número de afiliadas debido a que tienen una representación importante en algunos de los sectores más afectados por la crisis, como la hostelería, la educación y las
actividades administrativas. Estos sectores han sufrido caídas en el número de afiliados del 9,4%, 7,8% y 7,2%, respectivamente.
Así, el paro registrado ha crecido entre febrero y mayo más entre los hombres (23,4 por ciento en España y 26,2% en la Comunitat Valenciana) que entre las mujeres (15,6% en España y 16,3% en la Comunitat Valenciana), pero mientras el de la mujer ha aumentado por tercer mes consecutivo, el del hombre ha disminuido en mayo, pues la recuperación de la actividad se está produciendo más pronto en los sectores más masculinizados.
En el caso de la Comunitat Valenciana, la participación de las mujeres en el mercado laboral es inferior a la de los hombres, con una tasa de empleo del 43,3%, 13,7 puntos porcentuales menos, y de desempleo del 16,9%, 5,1 puntos porcentuales superior.
Según el Ivie, con un mercado laboral debilitado por la crisis del Covid-19 "es poco probable que esta brecha disminuya". Sin embargo, las mujeres ocupadas se encuentran en una situación más favorable que los hombres en cuanto a indicadores de vulnerabilidad laboral a corto plazo frente a la pandemia.
En primer lugar, el porcentaje de trabajadoras autónomas en la Comunitat (uno de los colectivos más expuestos a la crisis) en el total de empleadas es menor entre las mujeres (13,0% frente al 19,3% de los hombres). Además, tienen menores tasas de temporalidad en el sector privado y están mejor formadas, con un porcentaje de trabajadoras con estudios superiores del 46,8% frente al 35,5% de los hombres.
Por último, las mujeres tienen mayor peso en el empleo público, uno de los colectivos a priori más estables laboralmente en tiempos de crisis. El 18,4% de las trabajadoras de la Comunitat Valenciana son empleadas públicas, mientras que el porcentaje se reduce al 10,7% en el caso de los hombres (20% y 13,2%, respectivamente, en el caso de la media nacional).
No obstante, la ventaja de estabilidad que supone el empleo público es "seriamente matizada" por la importancia alcanzada por los contratos temporales en el mismo, pues una de cada tres trabajadoras del sector público se encuentra en esta situación.
A pesar de que los anteriores indicadores de vulnerabilidad son más favorables para las muje-res que para los hombres, un porcentaje importante de las mujeres están ocupadas en los sec-tores más afectados por la pandemia y, por esa razón han sufrido también importantes consecuencias laborales a corto plazo, un hecho que queda reflejado en la caída de la afiliación.
Desde finales de febrero a finales de mayo, las mujeres valencianas han sufrido una caída porcentual ligeramente mayor en el número de afiliadas (5,5% frente a 4,7% en el caso de los hombres) debido a que tienen una representación importante en algunos de los sectores más afectados por la crisis. Los datos que también se sitúan por encima de la media nacional (4,1% menos de mujeres afiliadas y 3,8% de hombres).
El sector más feminizado, con una presencia de la mujer por encima del 85%, es el de las acti-vidades de los hogares y el servicio doméstico. La intensa caída de la actividad de este sector no ha quedado reflejada en la reducción del número de afiliadas porque muchas de las trabajadoras no están dadas de alta en la Seguridad Social, lo que les ha impedido desplazarse a su lugar de trabajo (por falta de permisos) y acceder a algún tipo de prestación, generando de este modo un grupo de mujeres con empleos muy vulnerables.
Por el contrario, frente a estos sectores más duramente afectados por la crisis, el sector sanitario, donde más del 70% de los ocupados son mujeres, ha incrementado el número de afiliados a la Seguridad Social durante el confinamiento.
Otro indicador relevante para analizar los efectos inmediatos de la crisis es el paro registrado, que en el mes de mayo de este año en la Comunitat Valenciana ha alcanzado la cifra de 440.517 personas, de las que el 42,1% son hombres (185.500) y el 57.9% mujeres (225.017).
El incremento del paro registrado durante los meses de la pandemia (de febrero a mayo) ha sido mayor para los hombres que para las mujeres (26,2% frente a 16,3%), ligeramente por encima de la media en España (23,4% frente a 15,6%).
Sin embargo, considerando los incrementos mensuales se observa que, después de dos meses con aumentos positivos en ambos géneros, la variación del mes de mayo (respecto a abril) ha sido negativa en los hombres (-1,3%), mientras que continúa siendo positiva en las mujeres (1,2%).
En este caso los datos son algo más positivos que en el conjunto del país (-0,8% en los hombres y 1,9% en mujeres). Esto obedece a la recuperación durante el mes de mayo de algunas actividades relacionadas con la industria, la construcción y el transporte, en las que los hombres tienen una presencia más importante que la mujer.
Otro dato que refleja que las mujeres están concentradas en sectores más afectados por la crisis es la distribución de los ERTE según el género, ya que el 54,4% de los 256.611 trabajadores en situación de ERTE son mujeres.