WASHINGTON (EFE). La presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, reconoció ayer que el banco central pudo haber "malinterpretado" las expectativas de inflación en EE UU y que, de persistir las presiones a la baja, podría dar lugar "a una política de ajuste monetario más acomodaticio de lo anticipado ahora".
"Mis colegas y yo podemos haber malinterpretado la fortaleza del mercado laboral, el grado en el que las expectativas de inflación son consistentes con nuestro objetivo inflacionario, o incluso las fuerzas fundamentales que impulsan la inflación", dijo Yellen en un discurso en la Asociación Nacional de Economía Empresarial en Cleveland.
La inflación en EE UU, actualmente en el 1,7 % en tasa interanual, está por debajo de la meta anual del banco central del 2 % anual, algo que ha generado preocupación, ya que no encaja con la teoría económica de que un mercado laboral cercano al pleno empleo debería empujar al alza los precios.
"Si las presiones a la baja sobre la inflación prueban ser inesperadamente persistentes (...), esto daría lugar de manera natural a una senda política que sería algo más acomodaticia de lo anticipado ahora", agregó, en referencia a un ritmo de alza de tipos menor al previsto anteriormente. La Fed ha insistido en que la baja inflación se debe a cuestiones "temporales y transitorias".
El banco central pronosticó tres ajustes a lo largo de este año, de los que ha llevado a cabo dos; y tres más para 2018. En su reunión de la pasada semana, la Fed mantuvo sin cambios los tipos de interés de referencia en el rango de entre el 1 % y el 1,25 %, y anunció el comienzo de un plan para deshacerse de su abultada cartera de deuda, adquirida para inyectar liquidez a la economía estadounidense tras la crisis de 2008-09.