Según Stephan Rötzer, fundador y propietario del grupo SanLucar

"La pandemia ha dado mayor visibilidad al trabajo esencial que desempeña el sector agrícola"

3/07/2020 - 

VALÈNCIA. Desde el inicio de la crisis del coronavirus, la marca premium de fruta y verdura SanLucar se ha volcado con más pasión que nunca si cabe en proveer a la sociedad de fruta y verdura fresca.

La multinacional, cuyos productos cuentan con presencia destacada en los mercados de Alemania y Austria, ha movido semanalmente cerca de 5200 toneladas de producto en el transcurso de la pandemia.  Algo que ha sido posible gracias a la apuesta de la firma por la digitalización, así como al esfuerzo realizado en toda la cadena de suministro.

“Muchos son los retos a los que nos enfrentamos a diario debido a la crisis sanitaria mundial; sin embargo, el férreo compromiso con nuestro trabajo nos ha llevado al sector hortofrutícola a redoblar esfuerzos para continuar abasteciendo a la población con alimentos de primera necesidad como son los productos frescos”, explica Stephan Rötzer, fundador de SanLucar.

Y es que no hay gobierno en el mundo que no se haya apresurado a recordar el papel crucial que desempeña el sector de la agroalimentación, especialmente en tiempos de estado de alarma. “La importancia de la agricultura no es nada nuevo para la sociedad -afirma Rötzer- lo que la pandemia ha puesto de manifiesto es sencillamente que cuidar de la agricultura es cuidar de todos nosotros, y esto es la verdaderamente esencial”.

Ya en la nueva normalidad, y superada la primera fase de la crisis del Covid-19 donde la demanda de alimentos se disparó ante la incertidumbre de la evolución de la pandemia, en SanLucar están inmersos en la cosecha de verano.  

“La campaña de fruta de hueso ha arrancado con buenos pronósticos, pero también con nuevos desafíos: el reto de descubrir cuál va a ser el comportamiento futuro del consumidor. Y para ello tenemos que ser capaces de crear de nuevo una rutina en la cultura de compra, así como en el suministro de productos”, concluye Rötzer.

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