Unos tipos de interés más bajos fomentan el gasto de los consumidores a medio plazo y, por tanto, la inflación como explica el experto
MADRID. En la reunión virtual de este año de los bancos centrales en Jackson Hole, el presidente de la Fed, Jerome Powell, expuso un nuevo enfoque para establecer la política monetaria de Estados Unidos. La Reserva Federal (FED) ha visto durante años el 2% como un nivel óptimo de inflación, tratando de asociar el objetivo de la estabilidad de precios con el del pleno empleo.
Con el fin de hacer más para ayudar a la recuperación de la economía de Estados Unidos, la FED ha comunicado un cambio considerable en su enfoque de la gestión de la inflación. Powell dijo que el banco central ahora tendrá como objetivo un promedio flexible de 2% de inflación, en lugar de hacer del 2% una meta fija. Dentro de la declaración revisada, la Reserva Federal tampoco proporciona ningún objetivo numérico para definir el pleno empleo, sino que se trata de "un objetivo amplio e inclusivo". En esta dirección, la Reserva Federal guiará la economía en los próximos años: el crecimiento del empleo seguirá siendo el principal objetivo del banco central que, sin embargo, no aumentará los tipos de interés para protegerse de la inflación que se avecina sólo porque la tasa de desempleo sea baja. Se tolerará una mayor inflación siempre que no haya un riesgo constante de generar un pico de inflación no deseado.
En un entorno de crecimiento económico tan estructuralmente bajo, los bajos tipos de interés y las crisis inesperadas de baja inflación serían difíciles de manejar para el banco central. Si la FED siguiera fijando como objetivo un nivel de inflación fijo del 2%, esto aumentaría los tipos de interés en caso de que considere que la inflación podría superar ese nivel, lo que haría que el dinero prestado fuera más caro para los consumidores y las empresas. Por el contrario, un objetivo de inflación media flexible permitirá a la Reserva Federal mantener los tipos de interés más bajos durante más tiempo, estimulando el crecimiento para ayudar a hacer frente al desempleo, que, además de la estabilidad de los precios, sigue siendo su principal objetivo.
En nuestra opinión, el cambio a la nueva estrategia tiene efectos positivos para la inflación, porque unos tipos de interés más bajos fomentan el gasto de los consumidores a medio plazo y, por tanto, la inflación, que ahora es libre de aumentar por encima del 2% sin que la Reserva Federal tenga que subir los tipos de interés.
Nuestra idea se basa tanto en los datos de crecimiento como en las expectativas de inflación descontadas por el mercado. Más detalladamente, si observamos los datos económicos, los datos anualizados del PIB del segundo trimestre de EE UU fueron menos negativos que el consenso (esto podría empujar los precios al alza en un horizonte de tiempo relativamente corto); por otro lado, si observamos la tasa de intercambio de inflación en dólares a 5 años, que es un punto de referencia común para supervisar las expectativas de inflación futura del mercado, es superior al 2% (2,07% al 27 de agosto de 2020) casi su valor máximo interanual. Esto significa que el mercado ya ha empezado a descartar un enfoque menos rígido del Banco Central con respecto a su objetivo de inflación, junto con un impacto menos negativo en el crecimiento de lo que se había estimado anteriormente.
Con esto, teniendo en cuenta una visión positiva de la inflación, una cartera gestionada activamente podría superar al mercado. Particularmente, pensamos que la parte central y larga de la curva está relativamente barata en comparación con la corta, de hasta 5 años: en este contexto es importante destacar que, a largo plazo, los bonos vinculados a la inflación permiten a los inversores preservar el poder adquisitivo incluso cuando la inflación es alta y los precios al consumo comienzan a subir. En nuestra opinión, el valor añadido de una cartera de bonos vinculados a la inflación, además del rendimiento superior de una cartera de bonos nominales, representa una protección importante si se materializa el aumento de los precios.
Andrea Giannotta es gestor del fondo Eurizon Fund Bond Inflation Linked