VALÈNCIA. Ayer se dieron por terminadas las fallas del año 2019 y como reza el dicho, ya se están preparando las de 2020, una fecha que parece ya casi del futuro. ¿Cuál será el papel de la mujer en las fallas del años próximos? La fallera es, por excelencia, una de las representaciones más entrañables y tradicionales de la mujer valenciana. Sin embargo, no son pocos los que afirman que los grandes nombres pertenecen a los hombres: ¿son las Fallas una fiesta machista o, por el contrario, se desvela como una de las más igualitarias?
Vayamos a los inicios para conocer quién fue aquella primera Fallera Mayor de Valencia. Su origen está en el año 1927 cuando es creado el Comité Central Fallero que tenía como objetivo promocionar la fiesta de las fallas. La mayor novedad fue cuando el 25 de enero de 1929 se eligió a la mujer como representante fallera. Fue la misma época en la que se inició lo que ahora conocemos como Miss España que acabaría siendo el precedente directo de la Reina Fallera. Con este nombre se conocería a la mujer que representaría ese año la fiesta. Sin embargo, sólo un año después, en 1932 -precisamente en el inicio de la II República- se eliminó la palabra reina para comenzar a llamarlas Bellezas Falleras. Ese año fueron dos las bellezas que compartirían gloria: Consuelo Cariñena y Cruz Robles. La primera Fallera Mayor de Valencia fue Leonor Aznar Carceller y su reinado fallero tuvo lugar en 1933.
El pasado año se publicó un informe muy interesante que analizaba las fallas de Valencia desde una perspectiva de género. El estudio estaba realizado por el Centre d'Estudis sobre la Cultura, el Poder i les Identitats que pertenece al Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de Valencia. Los autores son Verònica Gisbert, Joaquim Rius y Laura Martínez. Los tres tenían un claro objetivo a la hora de abordar este informe:
Aquest estudi té com objectiu principal fer una diagnosi de les Falles de la ciutat de València des d'una perspectiva de gènere, i avaluar fins a quin punt les dones i els homes fallers participen en condicions de igualtat tant als actes del ritual, com als diferents ámbits d'organització i gestió de l'entramat faller. Aquest document és un pre-informe, és a dir, un avançament de la recerca, on s'analitzen dades quantitatives i el material arreplegat durant diferents observaciones a les Falles 2018 de la ciutat de València.
Así pues, algunos de los nombres más importantes de mujeres pioneras en las Fallas se recogen aquí. Por ejemplo, la primera presidenta de una falla de sección especial no llegó hasta el año 2009 cuando Laura Cano Zamorano fue elegida por unanimidad por la comisión Almirante Cadarso-Conde de Altea.
En una interesante gráfica que presenta el estudio de Gisbert se aprecia cómo ha sido la integración de las mujeres en la fiesta:
Des de l'any 1989 el percentatge de participació de les dones ha superat als homes, oscil·lant entre el 53% vocalies dones i el 47% vocalies homes 'exercici 2018-19 fins al 57% de dones i el 43% d'homes que trobem en l'actual exercici faller (2018-2019).
Los datos con respecto a mujeres directivas también son importantes:
Cal fer una especial referència al cas de les directives, ja que aquestes han patit un augment significatiu de dones. Això és, als darrers anys s'ha incrementat un 31% el nombre de dones als espais de màxim poder de la festa. Dit d'una altra manera, de les 1198 dones directives a l'any 89, a dia d'avui la xifra s'ha incrementat fins arribar a les 3138. Aquesta quantitat iguala a la d'homes directius, trobant-nos a l'any 2019 amb un 50% d'homes i dones directives.
Eso sí, dentro de la presidencia y la vicepresidencia el reparto sigue siendo marcadamente masculino: el 88% de los presidentes son hombre y sólo el 12 son mujeres; mientras que el 74% de los vicepresidentes son hombres y el 26% mujeres. Estos porcentajes cambian al hablar de secretarías (67% mujeres, 33% hombres) y vicesecretarías (74% mujeres, 26% hombres).
Otras importantísimas mujeres en el mundo de las fallas fueron María Caridad Pinto Ferrer, artista fallera que comenzó su trabaja en la década de los 50 y que fue la primera en obtener el carné del Gremio de Artistas Falleros. Otra de ellas es Paqui Romero Lozano, la primera mujer que entró a formar parte de la Junta Central Fallera o Vicenta Peñarroja Fas, miembro de la tercera generación de una empresa pirotécnica. Faltaría añadir a Reyes Martí, la primera mujer en disparar una mascletà. Todas ellas y otras tantas son esenciales para que el mundo de la fallas sea cada vez más transversal y moderno.
La ‘buscadora’ Reyes Pe intenta retarse esta vez a través de la elaboración de una falla doble: grande e infantil, que podrá percibirse a través de todos los sentidos. El proyecto habla sobre la vida, la muerte y el paso de los años, y se titula Per molts anys. Comprende un trabajo intergeneracional que pone sobre la mesa una conversación sobre los encuentros, la celebración, la vida y la muerte… sin tabúes