VALÈNCIA. Este diario lleva contándolo desde hace días, la música en directo se encuentra en una situación de desatención que se ha agravado con las últimas medidas. Ayer, las principales organizaciones empresariales del sector emitieron un comunicado dirigiéndose directamente a la Conselleria de Sanidad. El mensaje era contundente: la cultura es segura y quieren que se les reconozca el esfuerzo hecho hasta ahora para que la música no pare ofreciendo seguridad jurídica para los bolos programados.
Si bien a lo largo del verano se han ido celebrando conciertos a pesar de la cancelación total de todos los macrofestivales, las salas y los eventos al aire libre han tenido que reforzar su protocolo asumiendo los costes de este. Desde el anuncio de mayores restricciones el pasado 14 de agosto, las empresas organizadoras lo tienen aún más difícil. Las licencias de las salas de conciertos son las mismas que los pubs y discotecas, por lo que no hay limitación horario que valga, no pueden abrir. Por otra parte, en espectáculos al aire libre, los aforos se han reducido del 75% al 60% y, en caso de tener más de 400 espectadores, tienen que pedir una autorización sanitaria especial. Todo esto sin haber tenido un solo caso de rebrote relacionado con ningún espectáculo de música en directo.
Los cálculos de estas asociaciones, que sería algo así como la patronal de la música en directo, es que la previsión de pérdidas en la facturación del sector en la Comunitat Valenciana se aproxima a los 55 millones de euros desde el inicio del estado de alarma hasta el 15 de septiembre. Las empresas promotoras son las más afectadas por esta crisis, con un perjuicio aproximado de 38 millones de euros, un 83% de su facturación total. Además, el impacto total de la crisis de la Covid-19 en la industria de la música en vivo se estima en más de 70 millones de euros si se tienen en cuenta las actividades directa e indirectamente relacionadas con el sector.
"Los promotores musicales se ven afectados por una gran inseguridad provocada por la falta de información sobre los criterios aplicados por la Conselleria de Sanidad para obtener las autorizaciones obligatorias para la realización de eventos para más de 400 personas", reza el comunicado, recordando la cancelación del concierto de Mayte Martín en Sagunt a Escena, a la que ha seguido el de obra de teatro Eduardo II, ojos de niebla. De esta manera, las empresas promotoras "temen una nueva ola de cancelaciones por parte de la administración, un hecho que repercutiría muy negativamente en la recuperación de la música en directo".
Este diario ha preguntado a Sanidad cuáles son los criterios por los que, por ejemplo, se ha cancelado ese concierto de Sagunto, sabiendo que la localidad no cuenta con una incidencia acumulada de las más altas de la Comunitat ni ha cambiado ningún protocolo de la organización para su celebración. "Salud Pública monitoriza continuamente la evolución de la pandemia pero, además, realiza evaluaciones de riesgo ad hoc para todos los eventos y actividades multitudinarias cuya afluencia se prevea superior a 400 personas. No se compara la situación por localidades entre sí. El riesgo se evalúa en función de la situación epidemiológica de la comunidad autónoma, provincia, municipio o unidad territorial en el que se desarrolle el evento", explican desde el departamento de Sanidad. ¿Qué quiere decir eso? Pues que, a día de hoy, nadie que organice eventos sabrá hasta días u horas antes si esos criterios ad hoc le son favorables o desfavorables.
"Los permisos se conceden o deniegan en el último momento, cuando faltan muy pocos días para el evento o incluso en las horas previas. Por este motivo, los agentes del ramo tienen muchas dificultades para afrontar inversiones empresariales, al mismo tiempo que se deben asumir gastos y pérdidas por la cancelación de espectáculos", explican las asociaciones en el comunicado, que exigen, "una mesa de diálogo donde participen todas las consellerias implicadas": "El objetivo de esta iniciativa debe ser analizar los protocolos adoptados y encontrar fórmulas para poder llevar a cabo los eventos garantizando la seguridad del público, algo que es totalmente factible como se ha demostrado durante este verano".
Se espera un otoño musical realmente complicado, y desde el principio, el sector alerta que se requiere un "plan de rescate y viabilidad": "las ayudas aprobadas han sido insuficientes y, además, no contemplan las necesidades a corto y medio plazo", dicen, mientras alertan de un posible cierre masivos de empresas en un sector que aporta el 3% del PIB.