MADRID (EP). La magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha confirmado el archivo de la pieza relativa a las cuotas participativas de Caja Mediterráneo (CAM) al entender que no puede afirmarse que existiera una trama urdida por la dirección de la entidad extinta para engañar a los clientes con este producto financiero.
En su auto con fecha de 20 de febrero, la juez vuelve a rechazar abrir esta pieza de la investigación relativa a la CAM y desestima el recurso presentado por el abogado Diego de Ramón que representa a cerca de un millar de afectados que adquirieron los títulos que emitió la caja alicantina.
La juez ha reiterado que, a la vista de lo declarado por empleados y suscriptores de cuotas, no puede afirmarse "que existiera una trama urdida desde la dirección de la CAM para provocar un engaño en sus clientes llevándolos a suscribir un producto de riesgo, ocultando su verdadera naturaleza y conseguir una ganancia segura" para la entidad.
Sería necesario, razona la magistrada instructora, examinar cada supuesto por separado en relación a cada uno de los afectados y, atendiendo a las características del cliente y la actuación del empleado de la entidad que les llevó a suscribir las cuotas, determinar si efectivamente se produjo el engaño y el perjuicio que denuncian, algo que excede el objeto del actual procedimiento. Contra este auto cabe interposición de recurso en el plazo de tres días.
En los últimos años, la sección tercera de la Sala de lo Penal ha ordenado hasta en tres ocasiones reabrir esta instrucción. La última vez fue el pasado mes de junio cuando expuso que el recurso de la acusación, en el que se pedía que se tomara declaración en calidad de testigos a ocho comercializadores de las cuotas, se presentó dentro del plazo previsto.