VALÈNCIA. Inmobiliaria Colonial sigue con la caña echada y, según advirtió ayer su consejero delegado, Pere Viñolas, "mirará" los edificios de oficinas que la socimi Hispania prevé poner a la venta. Se trata de una cartera de 25 inmuebles repartidos entre Madrid y Barcelona que a cierre del pasado año estaba valorada en 520 millones de euros. El primer ejecutivo de la firma patrimonialista indicó que analizarán estos activos "al igual que estudia otras potenciales adquisiciones que salen al mercado", lo que no quiere decir "que tengan o no interés" en los inmuebles, sobre los que aún no cuentan con una opinión formada.
De esta forma se refirió Viñolas a la operación que ultima la socimi Hispania para vender sus oficinas, 25 edificios que suman 186.745 metros cuadrados, en línea con su estrategia de centrarse en activos hoteleros. La eventual compra de activos por parte de Colonial se sumaría a las inversiones en crecimiento mediante compras de activos que la firma ha abordado desde que en 2005 culminó su saneamiento, que suman un monto total de 1.760 millones de euros.
La última de las operaciones de compra fue la anunciada el pasado mes de febrero, por 400 millones, que incluye activos en París, Madrid y Barcelona, en este caso en alianza con la familia Puig, su nuevo accionista. El CEO de Colonial se refirió también al análisis que actualmente realiza la compañía para decidir sobre su potencial transformación en socimi durante la presentación a analistas de los resultados trimestrales. En este punto, Viñolas indicó que "se sigue trabajando en el análisis y el estudio de la posible transformación a socimi y, si bien se han realizado progresos, aún no hay una decisión tomada al respecto.
La cotizada catalana presentó este martes los resultados del primer trimestre, que arrojaron un incremento del 42% en su beneficio neto atribuible, hasta los 16 millones, impulsado por los mayores ingresos por rentas y la reducción de costes financieros, pero, sobre todo, por el incremento de su participación de control en la filial francesa Société Foncière Lyonnaise (SFL).
De hecho, la cartera de edificios de oficias que explota en París aportó el 70% de los ingresos de la compañía, que entre enero y marzo crecieron un 5% y sumaron 70 millones de euros. La cartera de Colonial, valorada en unos 8.000 millones de euros, incluye inmuebles también de oficias en el centro de Madrid y Barcelona.
Mientras tanto, Colonial recibió el espaldarazo de los analistas de S&P hace un par de semanas, al subirle el rating un escalón hasta 'BBB' o grado de inversión, lo que representa la mejor calificación de una inmobiliaria española. La agencia internacional de calificación justificó su revisión al alza en la prudencia financiera de la compañía participada por el fondo soberano de Qatar, así como en la calidad de su patrimonio, una cartera de edificios de oficinas ubicados en los centros de Madrid, Barcelona y París valorada en unos 8.300 millones de euros.
Además, los expertos de Standard & Poor's consideran que Colonial se está beneficiando de las "favorables condiciones" que presentan los mercados de oficinas de estas tres ciudades, caracterizados por una alta demanda con una limitada oferta que deriva en un incremento de las rentas.
Una circunstancia que no está pasando desapercibida en bolsa, dado que el valor se revaloriza más de un 10% en lo que va de ejercicio, cuyo recorrido alcista viene de atrás como se aprecia en el gráfico superior. Y todo ello con los bajistas deshaciendo posiciones, es decir, comprando para devolver los títulos con los que se pusieron 'cortos'.