Las ultimas actas de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) reflejaron las diferencias existentes entre sus diferentes miembros, tal y como apunta el director de Gestión de Unicorp (Grupo Unicaja)
MÁLAGA. Antes de ayer pudimos descubrir las actas de la última reunión del banco central de EE UU, la Fed, donde mostraron las actuales diferencias entre sus miembros con respecto a la evolución de la inflación, con dudas respecto a que alcance el objetivo del 2% y cómo pudiera afectar el actual ritmo de subidas de tipos de interés, además del plan de ir reduciendo su balance (han ido comprando bonos de gobiernos e hipotecas para estimular la economía).
Asimismo, los banqueros de la Fed mostraron sus diferencias respecto a la inflación ante las dudas de si alcanzará el objetivo del 2%, y como puede afectar en el próximo ritmo en la subida de las tasas de interés. Esto tiene una vital importancia, ya que ajustaría el plan de salida de la reducción del balance con mayor o menor rapidez, afectando notablemente a los mercados.
De hecho, parece interesante analizar las conclusiones a las que llegaban en la reunión sobre la estabilidad financiera donde observan que las condiciones financieras se siguen relajando a pesar de que la política monetaria en EE UU ya es más restrictiva, donde han subido ya cuatro veces (tímidamente) desde diciembre 2015, dejando el precio del dinero entre el 1% y el 1.25%. El mercado espera todavía una nueva subida, pero la inflación se prevé para este año en el 1,6%, lejos del objetivo del 2%.
Se apunta desde la reunión que pudieran ir desanclando las decisiones del dato de inflación, y observando algo más, las condiciones financieras y las posibles altas valoraciones de los activos (entiendo que financieros e inmobiliarios). Sin duda, la globalización y tecnología genera fuerzas deflacionistas, y el esperar pagar las deudas a base de crear inflación, pudiera no tener mucho sentido, sobre todo si estamos generando burbujas en otros activos (no contenidos en el IPC).
En EE UU los mercados de bonos quedaron prácticamente sin cambios y las bolsas con tímidas mejoras. No obstante, ayer por la mañana las ventas permanecían en los mercados de bonos aumentando un poco más las rentabilidades. El bono alemán a diez años se acercaba de nuevo al 0,50% de TIR en este momento, aupado por los de nuevo buenos datos económicos publicados en Europa: el PMI de servicios superó las previsiones, y las ventas minoristas mejoraron un 0.4% frente al 0.1% anterior. Por otro lado, antes de ayer tuvimos una fuerte caída del petróleo tras advertir Rusia que no a reducir más su producción, y que Catar va a incrementar su producción de gas, aunque hoy recupera la mitad de la caída.
Sin duda alguna, no ha cambiado casi nada del entorno para que las bolsas y los bonos se encuentren con este incremento de volatilidad, salvo un cambio de los discursos de los bancos centrales, que tampoco sorprende usen el lenguaje para ir acomodando sus acciones en un necesario proceso de adaptación.
La estrategia de inversión debe estar esencialmente centrada de la misma manera que estos últimos meses: bonos globales frente a europeos con gestión muy flexible, inversión en renta fija corporativa frente a gubernamental, duración corta frente a media/larga, deuda financiera mejor que high yield o emergentes, añadir productos de gestión alternativa para reducir correlación a los mercados, y mantener posiciones de bolsa en rangos medio/altos en función del perfil de riesgo, siendo más optimistas con Europa frente a EE UU, que sigue con la incertidumbre en torno a decepciones de medidas que no acaban de llegar.
En este momento, todos están esperando conocer los resultados empresariales del cierre de semestre para dar el soporte suficiente (se esperan buenos crecimientos), pero aún quedan un par de semanas para que suene esa música.
Miguel Ángel Paz es director de Gestión de Unicorp Patrimonio (Grupo Unicaja)