MADRID (EP). Los bancos españoles piden a las autoridades que clarifiquen la normativa sobre las provisiones destinadas a activos adjudicados para dotar de certidumbre el cierre de las cuentas correspondientes al ejercicio 2016, más aún ante los nuevos frentes abiertos sobre las cláusulas suelo y los gastos hipotecarios.
Fuentes financieras consultadas por Europa Press han expresado su queja ante la dificultad de aplicar criterios homogéneos sobre la normativa de provisiones. En la actualidad, argumentan las fuentes, coexisten aún los decretos conocidos en el sector financiero como Guindos I y Guindos II con la nueva circular contable del Banco de España (el llamado 'Anejo IX').
Ante esta indefinición en la normativa actual, directos de grandes entidades españolas lamentan que los bancos se ven obligados a aplicar la "más restrictiva" para arrojar la mayor certidumbre al cierre de cuentas. En este sentido, critican la certeza de los cálculos del Banco de España sobre el impacto de su nueva circular.
Los bancos ultiman los detalles para empezar a presentar sus cuentas al mercado en las últimas semanas de enero. "Hay mucha incertidumbre sobre el cierre de cuentas de 2016", indican desde el sector.
Las entidades también están pendientes de conocer si las provisiones para cubrir el riesgo de devolver lo cobrado de más por las cláusulas suelo las cargan contra reservas o directamente contra resultados. Aún con todo, desde el sector se espera alguna iniciativa en los próximos Consejos de Ministros para derogar los conocidos como Guindos I y Guindos II.
En la primera Legislatura del Gobierno de Mariano Rajoy el Gobierno impulso dos decretos por los que obligaba a los bancos a realizar provisiones para limpiar los balances de la exposición al 'ladrillo'.
El Banco de España calcula que se ha eliminado de los balances bancarios individuales más del 60% de la exposición neta al sector inmobiliario existente en 2011. En concreto, los bancos han dotado unos 300.000 millones de nuevas provisiones para préstamos vivos y adjudicados desde 2008.
Las entidades financieras tendrán que hacer frente a un ejercicio 2017 que seguirá impactado por los bajos tipos de interés de la zona euro, algo que continuará presionando a la baja sus márgenes y que les pondrá difícil alcanzar buenos niveles de rentabilidad.
No obstante, fuentes financieras auguran crecimientos positivos para 2018 y 2019, en línea con un posible cambio en las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE) que implicarían una subida progresiva de los tipos de interés.