Edificios en una vista de la ciudad oriolana Foto: RAFA MOLINAORIHUELA. La oriolana calle Espeñetas tiene, por fin, un proyecto firme para sacar adelante las obras de su remodelación completa. La adecuación del entorno es una reivindicación vecinal desde hace años y ahora la obra ya se ha concretado con una duración de cuatro meses de trabajo. El proyecto está licitado a la espera de ofertas para realizar las labores, después de que el Ayuntamienato definiera y valorara las infraestructuras necesarias para la remodelación de la calle Espeñetas del casco urbano de Orihuela. El plan incluirá obras de saneamiento, de canalización de agua potable, de infraestructuras de comunicaciones y alumbrado exterior, así como de señalización, repavimentación, siembra de árboles y la instalación de mobiliario urbano.
La calle, bastante antigua, se encuentra en un estado deficiente y requiere de una adaptación y reurbanización del emplazamiento. En sus edificaciones hay viviendas en manzana cerrada de primera ocupación y numerosas parcelas valladas. Además, la red de alcantarillado es antigua y en avanzado estado de deterioro, por lo que se propone la remodelación total de la instalación de saneamiento. Existe el mismo problema con las conducciones de agua potable, por lo que se ha propuesto la misma solución para mejorar el servicio. El suministro eléctrico en la actualidad está suministrado por líneas de baja tensión hacia las viviendas existentes por lo que no se propone ninguna actuación por el momento.
En cuanto a la telefonía, se quiere realizar un soterramiento parcial de la instalación, así como remodelar la red de alumbrado por completo. Asimismo, el vial de la calle, con calzadas delimitadas por un bordillo en mal estado y aceras estrechas se verá sustituido por nuevas aceras resueltas con el nuevo pavimento que se está instalando en toda la ciudad oriolana. Las calzadas serán rematadas con cinco centímetros de aglomerado de piedra caliza en toda la zona de actuación. La vegetación pobre del entorno se quiere aumentar con la incorporación de una red de alcorques para la plantación de arbolado con su correspondiente red de riego, mobiliario urbano y nuevas señales verticales y horizontales.
La Diputación de Alicante, en diciembre de 2018, aprobó la concesión al Ayuntamiento de Orihuela de una subvención de 223.847 euros -la mitad del dinero previsto para la obra-. Después, ya en 2019, la Concejalía de Infraestructuras, Servicios y Mantenimiento propuso la contratación de las obras en el enclave oriolano de Las Espeñetas. Después de comprobar el proyecto básico de las obras, en nombre de la mercantil Inpromon, se anunció el plan de forma pública, sin ningunas alegaciones. Más tarde se comprobó que hubo informe favorable del proyecto, así como el acta de replanteo previo y el visto bueno al crédito disponible en las arcas oriolanas. La suma total de los trabajo llegarían a los 447.696 euros. A finales de julio de 2019, se recibió el informe favorable de la asesoría jurídica. Hace un año, el pleno de la Diputación de Alicante anunció la aprobación de la subvención nominativa al Ayuntamiento de Orihuela.
Según el informe de la compañía suministradora Aquatest Levante, en la red de abastecimiento de agua
se procederá a instalar una nueva tubería de fundición de 100 milímetros a lo largo de toda la calle Espeñetas, con el fin de desmontar las conducciones de fibrocemento existentes actualmente y se renovarán las acometidas domiciliarias afectadas por el nuevo trazado. Las conducciones formarán una o más mallas y su trazado seguirá las vías urbanas de primer orden, coincidentes con las zonas de mayor consumo. La red quedará dividida en sectores mediante llaves de paso, de manera que, en caso necesario, cualquiera de ellos pueda quedar fuera de servicio.
En el proyecto también se contempla una nueva red de alcantarillado con PVC de 315 milímetros para garantizar una evacuación adecuada para las condiciones previstas, evacuar eficazmente las aguas negras sin que las conducciones interfieran otras instalaciones y redes. Además, se quiere garantizar la impermeabilización de los distintos componentes de la red para evitar posibles fugas, especialmente en juntas y uniones. También se pretende conseguir la evacuación rápida sin estancamiento de las aguas usadas en el tiempo más corto posible con la velocidad máxima aceptable.
