VALÈNCIA. El euro rozó ayer las 1,20 unidades/ dólar para mantenerse en la zona de máximos desde enero de 2015. Lo hizo después de la reunión de los grandes banqueros centrales de este pasado fin de semana en el primer 'Jackson Hole' de la era Trump, que por otro lado se resolvió sin despejar las incógnitas sobre los próximos pasos a seguir por el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de Estados Unidos (FED).
Lo que es un hecho es que el euro se revaloriza frente al dólar prácticamente un 14% en lo que va de año y casi el 16% desde los mínimos de 1,03 unidades establecidos en enero de 2017, tal y como se observa en el gráfico adjunto. Un movimiento alcista que penaliza a las exportaciones españolas y, por ende, a las de la Comunitat Valenciana.
De hecho, y según el último informe de Comercio Exterior correspondiente al pasado mes de junio, las ventas de productos valencianos hacia Estados Unidos cayeron un 6% en el primer semestre del presente ejercicio. O lo que es lo mismo: seis veces más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Y no hay que olvidar que el mercado estadounidense es uno de los principales destinos fuera del área euro.
Además, tal y como viene advirtiendo periódicamente este diario, las exportaciones de la Comunitat Valenciana siguen en franca desaceleración, lo que acabará impactando sobre el crecimiento económico autonómico. Lo que es una realidad es que, según los últimos datos de Comercio Exterior, las ventas de productos valencianos fuera de España apenas han crecido ocho décimas entre enero y junio de este año frente al 8,9% que repuntaron en idéntico periodo de 2016.
La fortaleza actual del euro viene dada, entre otras razones, por la mejora de la economía de la Eurozona, el mantenimiento del programa de estímulos monetarios del BCE -como mínimo hasta finales del año que viene- y por el incumplimiento de las promesas electorales de Donald Trump, que en su día provocaron una fuerte apreciación de la divisa norteamericana pero que con el tiempo se ha disipado.
Tener una moneda fuerte equivale al abaratamiento de las importaciones, ganarse la confianza de los inversores -tanto financieramente hablando como en los sectores productivos- y, por ejemplo, recortar la factura del petróleo -por aquello de que se paga en dólares- y con ello tener un mayor control sobre la inflación.
Sin embargo, y además del impacto sobre las exportaciones, la fortaleza del euro también afecta al turismo, dado que todos aquellos que proceden de fuera del área de la 'moneda única' tienen que asumir un coste más elevado en el consumo de servicios y productos. Y no hace falta decir que el turismo es otra de los cimientos del PIB de la Comunitat Valenciana como también lo son las exportaciones.