MADRID. La economía española crece por debajo del 2% por primera vez en cinco años. En concreto, el crecimiento descendió hasta el 0,4% en el tercer trimestre, igual tasa a la registrada en el segundo, gracias al dinamismo de la demanda interna (consumo e inversión) y pese al estancamiento de las exportaciones, según ha facilitado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los datos, ya avanzados el pasado 31 de octubre, reflejan que el empleo frenó su avance al 0,1 %, cuatro décimas menos que en el segundo trimestre. El crecimiento interanual del PIB se situó en el 1,9%, frente al 2 % del trimestre precedente, una tasa que es una décima inferior a la inicialmente avanzada.
En términos interanuales, el empleo aumentó a un ritmo del 1,8%, tasa siete décimas inferior a la del segundo trimestre, lo que supone un incremento de 332.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.
La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB fue de 1,8 puntos, seis décimas más que la del segundo trimestre, mientras que la demanda externa aportó 0,1 puntos, siete décimas menos que la del trimestre previo.
El patrón crecimiento trimestral refleja una peor evolución del sector exterior, con una contribución negativa de 0,6 puntos, que mermó la aportación positiva de la demanda interna de 1 punto.
El INE ha hecho ligeros ajustes respecto a los datos avanzados el 31 de octubre, ya que ahora sus datos muestran un empuje del consumo privado algo menor (0,8%), mientras que el avance de la inversión es mayor (1,7%).
En el caso de la inversión, la corrección al alza es consecuencia de que la caída de inversión en vivienda (0,3 %) fue inferior a la inicialmente avanzada, en tanto que ha ajustado a la baja el crecimiento de la inversión en bienes de equipo (4,8%).
Las exportaciones se han revisado al alza, dado que el INE informa ahora de un estancamiento, cuando inicialmente fue una contracción, mientras que ha incrementado el avance de las importaciones al 1,8%.
El índice de precios de consumo (IPC) se situó al cierre del año en el 0,8% interanual, cuatro décimas por encima de la evolución de noviembre, por el incremento de los carburantes.
Según el dato adelantado por INE, en el comportamiento de los precios en el final de año ha influido el alza de los carburantes, que caían en el mismo mes del año pasado y, en sentido contrario, la bajada de la electricidad.
Tras cerrar 2018 en el 1,2%, la inflación empezó 2019 en el 1% y la evolución de la tasa anual del IPC se mantuvo al alza hasta abril: 1,1% en febrero, 1,3% en marzo y 1,5% en abril.
A partir de ahí comenzaron a moderarse las subidas: 0,8% en mayo, 0,4% en junio, 0,5% en julio y 0,3% en agosto para bajar al 0,1% en septiembre y octubre, niveles más bajos en tres años.
Los precios comenzaron a recuperarse en noviembre con una tasa del 0,4% para terminar el año en ese 0,8 %, el tercer repunte consecutivo en la evolución anual de los precios y la tasa más alta desde mayo que deja, no obstante, la inflación cuatro décimas por debajo del cierre de 2018.
En la evolución mensual, los precios caen un 0,1 % respecto a noviembre, según estos datos avanzados que el INE publica de forma definitiva a mediados de enero.
En cuanto indicador adelantado, el índice de precios de consumo armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona euro- cerró el año en el 0,8% interanual, tres décimas más que en noviembre.