VALÈNCIA. Este lunes arranca en la Comunitat Valenciana el primer curso universitario marcado por el coronavirus desde su inicio. Un año académico en el que, tal y como señalan los centros valencianos, los estudiantes no han contemplado aplazar el comienzo de sus estudios por la pandemia. Así lo demuestran también los datos, ya que según el último informe sobre el proceso de preinscripción publicado por la Conselleria de Universidades, el número de solicitudes de admisión recibidas por las cinco universidades públicas de la Comunitat creció un 7,9 % en términos generales, un registro muy similar al del curso anterior, en un contexto sin covid-19.
Sin embargo, el incremento de la demanda varía ostensiblemente en función del grado y el centro escogidos, y es especialmente llamativo en los estudios de Medicina, donde este curso no solo se contabiliza, como es habitual, el mayor número de peticiones de acceso, sino también uno de los crecimientos más significativos respecto al año anterior. De hecho, los tres centros públicos de la Comunitat que ofertan esta titulación, como son la Universitat de València (UV), la Miguel Hernández (UMH) de Elche y la Jaume I (UJI) de Castellón han visto crecer, indistintamente, las solicitudes de admisión como primera opción por encima del 40 %.
“Aunque la situación es incierta los alumnos no pueden interrumpir sus vidas. El que tiene vocación no espera, empieza a estudiar ya”, asegura el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UJI, Rafael Ballester, quien sostiene que aunque se barajó la posibilidad de que la experiencia online en el confinamiento pudiera desincentivar a los alumnos o hacerles decantarse por centros a distancia, la demanda ha respondido con creces. “Se ha seguido apostando por las universidades que tenían más solera”, confirma.
De este modo, los centros públicos de la Comunitat Valenciana registraron hasta 5.079 peticiones de admisión para estudiar Medicina como primera opción, mientras que en el curso 2019-20 el número fue de 3.576. El incremento es de más de 1.500 solicitudes que se concentran, en gran medida, en la Universitat de València, donde el aumento de la demanda supera el 42,5 % con 3.559 preinscripciones, 1.062 más que en el periodo anterior. “El tipo de alumnos que accede a este tipo de carreras suele tener una idea clara y no tiende a cambiar de opinión”, comenta también el decano de la Facultad de Medicina y Odontología de la UV, Francisco Javier Chorro.
Por su parte, la demanda en el grado de Medicina de la UJI creció un 40,4 % mientras que en la UMH, donde en total se contabilizan menos preinscripciones que el curso pasado, la titulación de Medicina superó las 1.000 solicitudes con un aumento del 41,1 % respecto al año académico anterior.
Este escenario ha elevado aún más el listón de acceso a las tres facultades públicas de Medicina. En el caso de la Universitat de València, se concede ahora una plaza por cada 11 solicitudes, cuando hace un año se otorgaba una cada 8 peticiones. Además, la nota de corte se ha incrementado en torno a 0,4 puntos tanto en Valencia como en Castellón y Alicante. Sin embargo, y pese a que tradicionalmente alguno de estos grados ha ostentado la nota de admisión más alta de la Comunitat, este año han sido desbancados por la doble titulación en Física y Matemáticas de la UV (13,59). Las carreras de Ciencias de la Salud, eso sí, siguen manteniendo la nota de corte más elevada de entre los grados que reciben más preinscripciones.
De hecho, y más allá de Medicina, la demanda de otras carreras vinculadas a la sanidad también ha mejorado, aunque en menor medida. En el caso de Enfermería, el número de preinscripciones ha aumentado un 24 %, un porcentaje que no ha variado en exceso respecto al del curso anterior, cuando la demanda ya creció cerca de un 23 %. A su vez, titulaciones como Farmacia y Psicología muestran una evolución más contenida, con incrementos de su demanda del 2,8 % y el 9,1 % respectivamente. Mientras, en Fisioterapia la subida es del 0,8%.
Los grandes aumentos quedan por tanto circunscritos a Medicina, cuyos datos se sitúan lejos incluso de los que obtienen otras carreras de gran popularidad como Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (23,7 %), Maestro en Educación Primaria (6,4 %) o Maestro en Educación Infantil (1,2 %).
Por otro lado, tanto Ballester como Chorro señalan que ante el avance del virus en España se ha complementado el temario de Medicina con actividades y contenidos relacionados con la covid-19. “El currículum se desarrolla según el programa, pero hay actividades dirigidas a explicar mejor determinados aspectos de la epidemia y sus medidas preventivas”, apunta el decano de la Facultad de Medicina y Odontología de la UV, quien reconoce que incluso en materias que no están directamente relacionadas con la pandemia aparecen preguntas sobre este asunto.
En la misma línea, desde la UJI se aborda también el punto de vista comportamental más allá del estrictamente médico. “Se habla mucho de la responsabilidad individual y de la higiene”, asevera Ballester, así como también “de la idea del estigma o el sentimiento de culpabilidad en el paciente”. Además, señala que los alumnos que realicen prácticas lo harán ya “en un entorno covid-19” y que por ello saldrán “más preparados”.
Con todo, ambos consideran que todavía es pronto para saber si se producirá un cambio de tendencia en los estudiantes hacia las especialidades médicas que están más contacto con la pandemia. “Creo que ocurrirá en algunos casos porque estarán sensibilizados y en las vocaciones tienen mucho que ver las experiencias personales, pero habrá que esperar”, apunta Ballester. Igualmente, Chorro incide en que aunque los estudiantes “preguntan más” al respecto aún es “pronto para saberlo”.
En cualquier caso, tanto desde València como en Castelló destacan el esfuerzo de las universidades para adaptar los grados al contexto de la pandemia y que la formación “continúe siendo digna y de calidad”, como sostiene Ballester. Más allá de las medidas generales como la obligatoriedad de la mascarilla o el mantenimiento de las distancias, “todo lo que son prácticas, aprendizaje de competencias y teoría de la Medicina será presencial”, asegura el decano de la UJI, quien apunta además a que se han reducido los grupos y se insiste en cuestiones como la desinfección de los materiales.
En la Universitat de València, tal y como explica Chorro, se ha procurado que los alumnos de primer año “tengan sobre todo docencia presencial, porque es bueno que estén contacto con todo aquello que supone el grado”. Para ello se han escogido las aulas más grandes, mientras que en los cursos siguientes “las clases serán presenciales y a distancia” con un profesor “que da la clase y a la vez retransmite por videoconferencia”.
El único punto, asegura Chorro, que todavía está por definir es el de las prácticas hospitalarias, ya que de momento “no existe confirmación de si empezarán con relativa normalidad o no”. Una cuestión que se resolverá “en los próximos días” y que afectará sobre todo a los estudiantes de sexto curso, una etapa que se desarrolla “prácticamente en hospitales, en prácticas tuteladas”.