VALÈNCIA. Las bolsas europeas se tambalearon este viernes -incluyendo la española- ante el desplome de la lira turca provocada por la inestabilidad por la que atraviesa el país otomano. La falta de resultados en las recientes conversaciones entre los gobiernos de Tayyip Erdogan y Donald Trump -que ha doblado los aranceles a las importaciones turacas de aluminio y acero por dicho desplome- junto a las crecientes tensiones en los últimas semanas entre Turquía y Estados Unidos, pese a ser aliados en la OTAN, ha desatado el nerviosismo en los mercados financieros.
La moneda turca marcaba mínimos históricos en sus cruces con el euro y el dólar ante la aparente apatía de su gobierno por salir a defenderla; mientras tanto el Ministerio de Finanzas de Turquía expresaba su confianza en que la economía del país mantendrá para 2019 un ritmo de crecimiento "de entre el 3% y el 4%", añadiendo que el déficit por cuenta corriente será inferior al 4% del PIB. Además, aseguraba que "el sistema bancario turco cuenta con una estructura de capital que le permitirá gestionar de maneta eficaz las fluctuaciones, tal como ha sucedido en otras ocasiones". Todo ello asegurando que "no hay problemas con el tipo de cambio ni riesgos de liquidez", rechazando las explicaciones de carácter especulativo sobre compañías turcas.
Por su fuera poco el propio Erdogan hacía un llamamiento al país para "no perder la guerra económica", asegurando que Turquía tiene a Dios de su parte y reclamando a aquellos ciudadanos que guarden euros o dólares "bajo la almohada" que los cambien por liras turcas. "No perderemos la guerra económica. Es una lucha nacional. Esta será la respuesta de mi nación a quienes han declarado la guerra económica", añadía el presidente turco; mientras el BCE sigue con especial atención los acontecimientos y sobre todo a entidades como BBVA -a través del banco Garanti del que tiene casi el 50%-, Unicredit y BNP Paribas, que tienen operaciones significativas en el país otomano. Así lo advertían ayer fuentes conocedores consultadas por Financial Times, si bien es cierto que el rotativo británico apuntaba que la institución europea "no considera la situación crítica por el momento".
Más allá del impacto sobre los mercados financieros, la crisis turca amenaza también a las exportaciones ante la fortísima caída de la lira que encarece (y mucho) las exportaciones, tal y como se aprecia en el gráfico adjunto. Y ahí están los más de 500 millones de euros que se juegan los exportadores de la Comunitat Valenciana. Y es que no hay que olvidar que los empresarios de Alicante, Castellón y València vendieron el pasado año productos en tierras otomanas por valor de 528,9 millones de euros en lo que fue su nueva plusmarca histórica, según los datos constatados por este diario de la secretaría de Estado de Comercio.
Y la cosa no queda ahí porque solo en los cinco primeros meses de 2018 -últimos datos disponibles-, las exportaciones de la Comunitat Valenciana a tierras turcas alcanzaban los 253,8 millones de euros. De ahí que de seguir el mismo ritmo 2018 se cerrará con un nuevo registro histórico. Pero también sucede con las importaciones, según los mismos datos recabados por Valencia Plaza, ya que al cierre de 2017 batían un nuevo máximo al totalizar los 1.043,6 millones de euros. Un registro que también va camino de batirse porque entre enero y mayo del presente ejercicio ya se situaban en los 552,1 millones.
Según el último informe del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) sobre las relaciones comerciales de la Comunitat Valenciana con Turquía, correspondiente a noviembre de 2016, el país otomano era el decimocuarto destino mundial más importante de las exportaciones valencianas y el sexto fuera de la Unión Europea, con un 2% de las exportaciones totales de la CV; que por otro lado era la cuarta región española más exportadora a Turquía con cerca del 9% de la ventas totales del país.
Los automóviles y componentes eran a finales de 2016 los productos de la Comunitat Valenciana más demandados en el mercado turco, con un 37% del total exportado y con un crecimiento del 29%, según el informe del Ivace. Otros productos más vendidos en tierras turcas eran las máquinas, los esmaltes y el calzado. Entre los productos principales en la exportación destacaba el dinamismo de las máquinas, principalmente eléctricas que duplicaron sus exportaciones. También de las manufacturas de fundición y hierro, además de los automóviles y componentes. Por otro lado, el 45% del total de las importaciones eran automóviles.
El caso es que cada vez que se habla de Turquía, los inversores no dejan de mirar -de reojo o de frente- a BBVA y a su cotización porque controla el banco otomano Garanti, tal y como explica el analista
