VALÈNCIA. A la cultura se le está haciendo larguísima la tercera ola del coronavirus a pesar de que, técnicamente, no está cerrada. Las diferentes restricciones que las rodean, y sobre todo, el toque de queda a las 22:00 impide su normal funcionamiento y su mínima rentabilidad. Pero con una situación sanitaria mucho mejor a la hace poco más de un mes, y el horizonte de una desescalada posible a partir del aumento en el ritmo de vacunación son las grandes esperanzas de los diferentes sectores culturales, que ayer se reunieron con el departamento de Sanitat para pedir por penúltima vez la relajación de las medidas impuestas actualmente.
A la reunión acudieron representantes de los cines (AVECINE), las salas de conciertos (En Viu!), los promotores musicales (MUSICAPROCV) y las artes escénicas (AVETID), que previamente consensuaron cuáles eran los puntos en común a reivindicar. El primer punto a tratar ha sido la de la ampliación de los aforos al 75%, un porcentaje posible con la situación epidemiológica actual (riesgo bajo) y que resulta esencial para las salas de artes escénicas. La música, además, cree especialmente importante “implementar un marco normativo que dé estabilidad a los formatos y aforos que permitan organizar las actividades con tiempo y garantice la viabilidad de los eventos”. Con el experimento del Palau Sant Jordi en la cabeza, las promotoras musicales están empezando a organizar las alternativas a sus festivales habituales sin saber cuál va a ser el protocolo que les va a exigir la Generalitat. Manejan unos aforos cercanos a las 2.000 personas, que más-que-duplica la cifra permitida actualmente (400 en un recinto cerrado, 800 al aire libre).
Los eventos musicales de este tamaño necesitan una logística importante que lleva meses, y por ello piden “revisar los protocolos de los diferentes eventos y espacios con el fin de analizar y desarrollar todas las medidas necesarias que permitan el aumento de los aforos con total seguridad para el público asistente” y así poder funcionar con cierta seguridad jurídica.
Por otra parte, también se ha puesto el foco en la posible ampliación del horario de actividades. El toque de queda a las 22:00 hace casi imposible la realización de actos culturales entre semana, ya que no pueden empezar mucho más tarde de las 19:00. El Estado de Alarma permite a las comunidades autónomas establecer su toque de queda entre las 22:00 y las 00:00, y la valenciana ha elegido la opción más restrictivas. El sector cultural mira con recelo el máximo de las 00:00, porque muchos espectáculos musicales lo notarían; o los mismos autocines y terrazas de verano, que necesitan la oscuridad para poder proyectar las películas.
La alternativa a esto es el salvoconducto cultural, que como contó este diario, ha sido la enésima propuesta para poder hacer rentable los espectáculos aunque hasta hace unas pocas semanas no se empezó a estudiar. La propuesta de los sectores culturales es que la entrada sirva para ampliar el toque de queda una hora más. Esta medida depende de Presidencia y por ahora no hay novedades.
Con todo esto, Sanitat ha recogido las propuestas y las estudiará. La sensación que se han llevado los diferentes agente culturales, recogidas por este diario y confirmadas con fuentes de la conselleria, es que el momento actual es crucial e imperará la prudencia. Como poco, habrá que esperar a ver cómo evolucionan los datos tras las vacaciones de Pascua, y consecuentemente, saber si el Estado de Alarma se levanta o no. En caso afirmativo, el control de aforos depende de la Generalitat y seguiría pudiendo limitarlo, pero no así la movilidad nocturna, por lo que el toque de queda dejaría de ser norma.
Por otra parte, desde Sanitat ya han descartado otras medidas como permitir la venta de aperitivos y refrescos en los ambigús de los cines, algo que siguen reclamando por encima del aumento de aforo. “Posiblemente, ese aumento del 50% al 75% no se aproveche porque no estamos teniendo esas cuotas de público. Para nosotros es más importante poder restablecer un servicio que supone un tercio de nuestros ingresos para que la gente que sí venga a una película pueda consumir en el cine. Si eso no es así, se creará una falsa sensación de que los cines van bien”, explican desde AVECINE a este diario.
En todo caso, ayer se dio otro paso importante: se pronunció la palabra desescalada ¡y hasta se abordó el asunto!. A un par de meses para que empiece el verano, y con las perspectivas de que la vacunación esté muy avanzada, los sectores culturales ya tienen un ojo puesto en lo que otros países ya han planificado: una salida paulatina, pautada y segura para recuperar la actividad con normalidad. En este sentido, este plan depende en parte del Gobierno central, aunque tanto desde la Conselleria de Cultura (a través de la Secretaria Autonómica de Cultura y Deporte, Raquel Tamarit) como desde Sanitat se han vuelto a citar con el sector cultural en unos quince días para empezar a concretar los pasos a seguir cuando caiga el Estado de Alarma.