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La comida saludable vuelve a la cesta de la compra en plena pandemia del coronavirus

20/04/2020 - 

CASTELLÓ (EFE). La comida saludable ha vuelto a las cestas de la compra en plena pandemia del coronavirus, que ha hecho que en las estanterías de los supermercados dejen las ensaladas preparadas y se lleven "comida de verdad" como cebollas, patatas, verduras y fruta a granel.

Los supermercados se han convertido en el punto de encuentro de muchas personas que salen a la calle a comprar, donde se reúne todo tipo de clientes, desde los que agradecen el trabajo a los empleados, hasta los que se enfadan cuando les piden que no toquen la fruta o la verdura sin guantes.

Óscar trabaja en un supermercado de Marina d'Or, en Orpesa, y explica a EFE que en una situación normal, en Semana Santa y en el periodo de verano, "el nivel de trabajo sería mayor que ahora", debido a que se encuentra en una zona turística y muchos de los clientes que van de manera habitual en fechas vacacionales son residentes de otras comunidades como Madrid.

Óscar es el encargado de uno de los dos turnos que hay en la sección de fruta y verdura, y recuerda que cuando empezó la pandemia del Covid-19 "empezaron a comprar como si se acabara el mundo. La alarma social que se creó incitaba a que todos compraran más de lo normal porque pensaban que se iba a acabar".

En esta Semana Santa cuenta que han notado más afluencia de personas de fuera "porque aquí más o menos conoces a los clientes habituales, y hemos notado que ha habido mucho más movimiento en la tienda, sobre todo por las mañanas, que es cuando más se vende, diría que el 80 % de la venta se hace en las primeras horas del día".

Las medidas de seguridad también fueron incentivándose cuando empezó el brote, "ahora se controla más el aforo del supermercado y los clientes han de entrar con guantes que ponemos a su disposición. Hay veces que si se lo dices parece que les molesta, pero son normas que hay que respetar", comenta.

En cuanto al ambiente de trabajo explica que "todo el mundo está muy susceptible, tanto los trabajadores como los clientes, y se ha notado mucho que la gente está muy sensible respeto a ciertos temas, sobre todo compañeros que están asustados porque también te expones y en casa tienen a niños o a personas mayores".

"Yo creo que hay que tener paciencia por parte de todos, se ha de respetar la distancia y las normas, porque aquí hay quien viene todos los días a comprar, quien compra cosas que no son necesarias o personas que vienen en pareja, aunque sea por separado, pero no se puede", manifiesta a EFE.

En el supermercado empezaron a gastar guantes y mascarillas, y luego les dieron gafas de protección, así como geles de desinfección en las cajas y en cada sección: "Nos instalaron mamparas para los cajeros, para que no haya un contacto directo con los clientes", comenta.

El horario del trabajo se ha mantenido, explica, ya que al principio sí que se hacían más horas, pero "ahora está más tranquilo y, con la reducción del horario de apertura a la clientela, han adaptado nuestra jornada laboral".

En cuanto a sus compañeros, explica que aquellos que son de alto riesgo están en casa, "sobre todo los que tienen problemas pulmonares o asmáticos", aunque también hay algunos que, antes de que empezara esta situación, "ya venían con mascarillas y guantes a trabajar".

"Cada uno lo acepta de una manera, pero no es una situación agradable para nadie, porque nos están adelantando las vacaciones y los días libres, supongo que como en todos los trabajos, ahora que es una época en la que hay menos trabajo", comenta a EFE.

A pesar de que lleva años en el supermercado, reconoce que este verano será diferente a nivel de ventas, sobre todo para ellos, que trabajan en una zona turística donde la gran mayoría de sus clientes "van a la playa" y piensa que la vuelta a la costa será de manera "puntual"

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