La actuación policial el 1-O, nueva gasolina para el independentismo

BARCELONA. El independentismo tomó este martes las calles de Barcelona con nuevos motivos y lemas proporcionados por el Gobierno central. La represión policial del domingo en la jornada del referéndum ilegal fue esta vez la excusa para volver a sacar a la calles a gente que ya se ha manifestado innumerables veces por la independencia. 

Los puntos más calientes, como ya contaba por la mañana Valencia Plaza, la sede del Partido Popular, la Delegación del Gobierno y la Jefatura Superior de la Policía. 

Ya por la tarde, un río humano tomaba la plaza de la Universitat para escuchar la lectura de un manifiesto donde, una vez más, la actuación policial el 1-O era lo más importante, nadie parecía recordar los resultados electorales o el motivo de fondo de todo el movimiento, que es la independencia. En dicha lectura estuvieron presentes algunos de los principales dirigentes separatistas como el diputado de Esquerra Republicana de Cataluña Gabriel Rufián o la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Este periódico acompañó durante toda la jornada de huelga general a los manifestantes y llamaba poderosamente la atención que nadie hacía referencia a los resultados del referéndum. Es más, nadie pedía que se proclame ya la independencia a tenor de dichos resultados como ha insinuado que va a hacer el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Sin embargo, las consignas contra la policía y el Gobierno, así como el apoyo a los Mossos d’Escuadra y a los Bomberos de Cataluña eran constantes.

"Las calles serán nuestras", "fuera los cuerpos de represión del Estado", "a las abuelas no se les pega" y un largo etcétera de gritos todos referidos a las imágenes de policías y guardias civiles arremetiendo contra ciudadanos que protegían los centros escolares fueron la tónica dominante de principio a fin de la jornada de huelga.

Sin incidentes importantes

Las protestas, como ha venido ocurriendo desde que empezó el procés, se desarrollaron sin incidentes destacables, excepción hecha de piquetes en las carreteras quemando neumáticos para impedir el paso. Algo, por otro lado, bastante habitual dentro de las huelgas generales.

En la Ciudad Condal, pese a los insultos reiterados a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, no hubo incidentes. Eso sí, la mayoría de periodistas de televisiones de ámbito nacional no pudieron trabajar con comodidad debido a que cada vez que tenían una conexión la masa no dejaba de gritar consignas como "prensa española, manipuladora".

Incidentes en Calella

Donde sí hubo incidentes el lunes, de los que ningún partido ni gobernante independentista se responsabilizó, fue en Calella (Barcelona), población donde cientos de personas rodearon varios hoteles donde estaban alojados más de 200 agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Los agentes fueron 'invitados' a abandonar el martes el hotel.

El fiscal especial para delitos de odio y discriminación de Barcelona abrió diligencias de investigación para averiguar si los Ayuntamientos de Calella y Pineda de Mar amenazaron a los responsables de los hoteles donde se alojan agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para expulsarlos de sus instalaciones.

Sin embargo, los hoteles Checkin Mont-palau y Checkin Pineda, en un comunicado conjunto con el Ayuntamiento, desmintieron este martes haber sido amenazados y defendieron que "en ningún caso ha habido ninguna medida de presión a la hora de tomar esta decisión".

El Ayuntamiento y los dos hoteles aseguraron que los agentes dejarán los establecimientos este mismo martes "por razones de seguridad y con la finalidad de garantizar la convivencia del municipio", después de las protestas ciudadanas a su puertas para pedir que se fueran. Añadieron que los agentes tuvieron "un comportamiento ejemplar durante toda su estancia", y que su salida estaba prevista para el jueves, pero que tras los acontecimientos que han sucedido desde el domingo, el gobierno municipal y los establecimientos, conjuntamente, plantearon avanzar la salida.