Más de 5.000 valencianos en situación de vulnerabilidad han tenido oportunidades de mejora personal y social con los 21 proyectos seleccionados en las convocatorias 2019.
VALÈNCIA (VP). La Obra Social ”la Caixa” ha presentado en València las seis convocatorias del Programa de Ayudas a Proyectos de Iniciativas Sociales que se renuevan este 2020 y tienen como finalidad colaborar con organizaciones no lucrativas que desarrollan sus proyectos en toda España.
A la presentación han asistido representantes de la administración pública, delegados de la Fundación ”la Caixa” y de CaixaBank. Las entidades sociales también han acudido a la Oficina All In One Caixabank Valencia para conocer el detalle de las convocatorias que permiten impulsar iniciativas dirigidas especialmente a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad y cuyo objetivo es mejorar su calidad de vida y fomentar la igualdad de oportunidades.
La Obra Social ”la Caixa” apoya a organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan para mejorar la calidad de vida de personas en riesgo de exclusión social. Con una dotación de 1.076.880 euros, en la Comunidad Valenciana un total de 13.605 personas han participado en los 48 proyectos seleccionados. En el conjunto de España, la inversión alcanzó los 17,3 millones de euros repartidos en 736 proyectos y más de 268.000 beneficiarios.
Las convocatorias sociales contemplan seis ámbitos de actuación, como son autonomía personal y atención al envejecimiento, a la discapacidad y a la enfermedad; lucha contra la pobreza infantil y exclusión social; vivienda de inclusión social; inserción sociolaboral; interculturalidad y acción social; y acción rural en el ámbito rural.
Las convocatorias sociales del Programa de Ayudas a Proyectos de Iniciativas Sociales de la Obra Social “la Caixa”, alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, conceden apoyo a proyectos que responden a las necesidades y retos de la sociedad, que principalmente son los siguientes: fin de la pobreza (1); salud y bienestar (3); trabajo decente y crecimiento económico (8); reducción de desigualdades (10); y alianzas para lograr los objetivos (17).
De manera preferente, se valoraran los proyectos que den respuesta a alguna de las líneas prioritarias especificadas en cada ámbito. Así, en el caso de la autonomía personal y la atención al envejecimiento, a la discapacidad y a la enfermedad se tendrá en cuenta el fomento de la calidad de vida, independencia y autonomía de las personas con discapacidad y de aquellas que, por razones de envejecimiento o enfermedad, sufren el deterioro de sus capacidades y de su salud.
A su vez, en el ámbito de la lucha contra la pobreza infantil y la exclusión social se valorará la promoción del desarrollo educativo y social de niños, niñas y jóvenes, así como la igualdad de oportunidades para personas en situación vulnerable y de pobreza. Mientras, en la inserción sociolaboral se primará el impulso de la inserción sociolaboral para personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad, así como la mejora de la empleabilidad y la creación de puestos de trabajo.
Dentro de la línea que contempla la interculturalidad y la acción social se fomentará la protección de la convivencia ciudadana de culturas distintas en espacios comunes para fomentar la participación social, el fortalecimiento de las comunidades, la prevención de la violencia y la mediación. En el apartado de acción social en el ámbito rural se priorizarán las iniciativas que traten la promoción de proyectos en el medio rural, adaptados a sus características territoriales y necesidades para mejorar las condiciones de vida y generar oportunidades para las familias, la infancia y la adolescencia, las mujeres, las personas mayores y las personas en riesgo de exclusión social.
Por último, en relación a las viviendas para la inclusión social, se valorarán los proyectos que trabajen para garantizar el acceso a la vivienda a personas con discapacidades o en situación vulnerable, para favorecer así su autonomía personal.