MADRID, (EP). La NASA se ha unido al esfuerzo para resolver un viejo misterio de la biología marina: la desorientación de cetáceos que les lleva a varar y quedar atrapados en las costas por todo el mundo. Así, la institución se cuestiona si las tormentas solares severas, que afectan los campos magnéticos de la tierra, pueden confundir sus brujulas internas y causar que se desorienten.
Aunque algunos han postulado esta y otras teorías, nadie ha iniciado nunca un estudio a fondo para determinar si existe una relación, hasta ahora. El heliofísico de la NASA Antti Pulkkinen, que trabaja en el Goddard Space Flight Center de la agencia en Greenbelt, Maryland, se ha asociado con el Buró Federal de Gestión de Energía Oceánica, o BOEM, y el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) para esclarecer el asunto.
Los emarrancamientos costeros ocurren alrededor del mundo, implicando desde tres a cientos de animales por evento. A pesar de ser un fenómeno global, tales tendencias tienden a ocurrir más a menudo en Nueva Zelanda, Australia y Cape Cod, Massachusetts, dijo la colaboradora del proyecto Katie Moore, directora del Programa de Rescate Animal de IFAW. Con sede en Yarmouth Port, Massachusetts, IFAW opera en 40 países, rescatando animales y promoviendo la conservación para asegurar un hábitat seguro para la vida silvestre.
"Estos lugares comparten algunas características clave, como la geografía, las playas de pendiente suave y los sedimentos de grano fino, que creemos que desempeñan algún papel en estos eventos", dijo. Otra posibilidad es que las brújulas internas de estos animales estén de algún modo sesgadas por el uso que hacen los seres humanos de sondas de ecos múltiples y otros equipos de tipo sonar utilizados para mapear el fondo marino o para localizar sitios potenciales de pesca, por nombrar sólo algunas aplicaciones.
"Sin embargo, estas influencias humanas no explican la mayoría de los varamientos", dijo Pulkkinen, experto en meteorología espacial y su efecto sobre la Tierra. "Las teorías sobre la causa incluyen anomalías magnéticas y eventos meteorológicos, tales como mareas extremas durante una nueva luna y tormentas costeras, que se cree que desorientan a los animales. Se ha especulado que debido a la posible detección de campo magnético utilizado por estos animales para navegar, las anomalías magnéticas podrían ser al menos parcialmente responsables", explicó.
De hecho, las anomalías magnéticas causadas cuando la corona del sol expulsa gigantescas burbujas de partículas cargadas hacia el sistema solar, pueden causar problemas a los satélites y las redes eléctricas en órbita terrestre cuando chocan contra la magnetosfera protectora de la Tierra. Es posible que puedan afectar a los animales también, dijo Pulkkinen.
"El tipo de datos que Antti ha acumulado, junto con los extensos datos de varamiento que tenemos a nuestra disposición, nos permitirá emprender el primer análisis riguroso para probar los posibles vínculos entre las varas de cetáceos y los fenómenos meteorológicos espaciales", dijo Desray Reeb, biólogo en la sede de BOEM en Sterling, Virginia.
Con fondos de BOEM y el Fondo de Innovación Científica de la NASA, Pulkkinen y sus colaboradores llevan a cabo una operación masiva de minería de datos. El equipo analizará las grandes bases de datos de la NASA sobre el tiempo espacial, incluidas las grabaciones de campo y las observaciones espaciales, y los datos de enbarrancamiento de cetáceos recopilados por BOEM e IFAW.
El equipo espera completar el estudio a finales de septiembre y publicar sus resultados en una revista científica revisada por pares. Si el estudio revela una correlación estadística, los miembros del equipo dijeron que los resultados no necesariamente implican una relación causal. Sin embargo, proporcionaría la primera investigación completa de esta hipótesis y ofrecería el primer paso para determinar si es correcto.