Los documentos presentados por Educación para hacer frente a la denuncia de una plataforma de padres inciden en los efectos negativos de poner en marcha este horario, pero además son los mismos a los que hace referencia la orden
VALENCIA. “No es conveniente la extensión del programa experimental de jornada continua a más centros educativos debido al impacto negativo que tiene su aplicación hasta el momento”. Estas fueron las conclusiones del informe elaborado, en marzo de 2014, por la comisión designada por el PP para evaluar cómo estaba funcionando la implantación experimental de la jornada continua en 9 centros de la Comunitat. Si bien no parece que los resultados fueran muy halagüeños, este texto y otro posterior de 2015 son los únicos que la Conselleria de Educación ha considerado aportar en los juzgados cuando se le ha requerido documentación que justifique su orden de jornada en los colegios valencianos.
Todo ello, dentro del procedimiento contencioso administrativo que mantiene con la Plataforma contra la Jornada Continua, asociación que arrancó como una iniciativa de distintos padres alicantinos, pero ahora ya cuenta con una delegación en Valencia. Desde la misma se interpusieron hasta seis recursos en el mes de octubre, de los que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) ha admitido a trámite cuatro. Son aquellos que van contra la orden, la resolución y los proyectos específicos de tres centros, concretamente dos colegios de Elche (El Palmeral, La Marina) y uno de Alicante (Voramar).
Fuentes de la misma Plataforma explican que, una vez admitido a trámite el recurso, el tribunal solicita a la Administración una serie de documentación necesaria para formalizar la demanda. En concreto, se pide a la Conselleria que aporte los informes a los que hace referencia la Orden 25/2016 por la que se regula la Jornada Continua, en cuyo preámbulo se habla de “un proceso de evaluación y autoevaluación sobre la dinámica educativa” en los centros donde se llevó a cabo el programa piloto. Y es entonces cuando el departamento de Campanar, ahora a cargo de Vicent Marzà, entrega los dos textos de 2014 y 2015, elaborados cuando aún gobernada el Ejecutivo del PP, con Maria José Català como consellera.
En concreto, en el informe de 2014, al que ha tenido acceso Valencia Plaza, se presentan los datos recabados por la comisión de seguimiento mediante pruebas diagnósticas, concluyendo que existe “un empeoramiento académico en 8 de los 9 centros analizados”. A continuación se observa un incremento del índice de repetición del 0’90% en aquellos colegios que aplicaron de manera efectiva la jornada continua en fase de experimentación.
El informe de 2014 detecta “un empeoramiento académico en 8 de los 9 centros analizados” y unA repetición del 0'90%
En cuanto a los 22 centros que se adhirieron al programa experimental en 2015, el informe admite que todavía no se disponen de resultados para poder realizar la comparación “y por tanto analizar el impacto de dicha medida”. Es por ello que insta a continuar recabando datos durante el próximo curso académico de la Comunitat, de lo que se deduce que existe un segundo informe, cuyos resultados tampoco son positivos.
Fuentes de la Conselleria de Educación admiten la existencia de ambos informes, pero precisan que en ningún caso son “informes preceptivos”. Pese a haberlos entregados ante el TSJCV, “porque nosotros dimos todos los documentos posibles”, se esfuerzan por desvincularse de los datos recabados. Así, explican que pertenecen a la comisión de evaluación del del Gobierno anterior “que se desactivó con la nueva Conselleria”. En este sentido, ellos apuestan por el valor pedagógico de informes que se realicen de manera posterior a la puesta en marcha en los colegios.
Sin embargo, atendiendo a la orden publicada en el Dogv en junio de 2016, dicho corte entre administraciones no es tan claro. El preámbulo de la orden reza: “Este año, es el tercer curso escolar de experimentación de los nuevos centros escolares que determinó la primera resolución; y es el segundo curso para el resto de los centros autorizados. Considerando el tiempo transcurrido, se ha procedido a investigar la incidencia de esta planificación horaria en los centros donde se ha efectuado la experimentación y se ha efectuado un proceso de evaluación y autoevaluación sobre la dinámica educativa con la colaboración de centros y de la Inspección de Educación”.
Aunque se habla de otros documentos en los que podría estar basada la decisión de implantar la jornada continua (“se ha efectuado una revisión de otras experiencias en el Estado español y en diferentes países”), desde la Plataforma de la Jornada Continua lamentan no saber “a qué experiencias ni bibliografía hacen referencia”. Por ende, consideran cuestionable que estos sean “los únicos documentos sobre los que se apoya la decisión de la jornada continua, cuando encima arrojan indicadores negativos”.
Cabe recordar que los resultados de las votaciones sobre la implantación de jornada continua en los distintos colegios de la Comunitat, que fueron llevadas a cabo en el mes de septiembre, arrojaron resultados claramente favorables. De hecho, la continua se impuso en 302 de los 315 centros escolares en los que se decidía su implantación, lo que significa que únicamente 13 colegios contrariaron el proyecto presentado por el centro. En otras palabras, en el 85'54% de los casos hubo una postura favorable, pero muy especialmente en el caso de Alicante y Castellón. En esta última provincia ningún centro rechazó la modificación.
La tendencia parece mantenerse para el curso que viene, hasta el punto de que 362 centros de toda la Comunitat se han acogido al procedimiento de autorización de un plan específico de organización de la jornada, según las cifras provisionales de la Conselleria de Educación. Por comarcas, en Alicante la han solicitado 95 centros, 67 solicitudes corresponden a las comarcas de Castellón y 200 de las solicitudes presentadas son de las comarcas de Valencia.