Analizando los datos de empleo de EE UU es completamente lógico que la política monetaria de la FED dependa de la evolución de los datos
MADRID. La Reserva Federal estadounidense (FED) tiene un doble mandato: por un lado, debe intentar mantener la estabilidad de los precios y, por otro, lograr el pleno empleo. Ambos elementos -inflación y empleo- son las dos caras del concepto conocido como NAIRU, acrónimo de 'non-accelerating inflation rate of unemployment' (literalmente, tasa de desempleo no aceleradora de la inflación, también conocida en español como tasa de desempleo de equilibrio o tasa natural de desempleo). Así, la NAIRU ofrece varias pistas interesantes sobre el comportamiento de la FED. En esta ocasión, el Gráfico de la Semana se centra en la relación entre la NAIRU, la tasa real de desempleo y el tipo de interés de referencia de la FED.
Como puede observarse, la FED solía empezar a aumentar sus tipos cuando la tasa real de desempleo caía hasta niveles cercanos a la NAIRU, por ejemplo, cuando la diferencia entre ambas tasas era inferior a medio punto porcentual.
La FED seguía aumentando sus tipos mientras continuase reduciéndose esta diferencia que, al menos a corto plazo, depende principalmente de la variación de la tasa real de desempleo. Cuando la tasa de desempleo tocaba fondo, la Fed finalizaba su ciclo de subidas. Y cuando la tasa de desempleo volvía a superar la NAIRU, el banco central empezaba a recortar el tipo de interés.
La experiencia de ciclos anteriores nos sirve para entender el comportamiento actual de la FED. Cuando la tasa de desempleo, que llegó a alcanzar el 10% durante la gran recesión, cayó hasta un nivel ligeramente superior a la NAIRU en diciembre de 2015, la autoridad monetaria estadounidense empezó a subir sus tipos.
Ahora que resulta cada vez más obvio que el mercado laboral está perdiendo fuelle, el banco central ha indicado que pospone de momento cualquier nueva subida de tipos y que esperará a ver cómo evolucionan las dinámicas y los datos económicos antes de dar el siguiente paso. Es decir, la política monetaria de la FED pasa a depender de los datos, algo que no es tan natural como pudiese parecer.
Para empezar hace tan solo unos meses el temor a que la política monetaria estadounidense fuese demasiado rígida arrastró a las bolsas por una espiral bajista. Además, la nueva postura de la FED implica que tomará sus decisiones prácticamente a la misma vez que el mercado. Enfatizar esta dependencia de los datos es exactamente el mensaje que esperamos oír tras la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de esta semana.
Equipo de Análisis de DWS