VALENCIA/ELCHE. “Queremos que la Dama de Elche vuelva a casa después de 118 años. Lo que pasa con la Dama de Elche es lo mismo que nos ocurre con la financiación autonómica y queremos cambiar eso”. Apenas unas semanas después de tomar posesión del cargo, en 2015, el conseller de Cultura, Vicent Marzà, verbalizaba lo que durante muchos años ha sido demandado por el pueblo ilicitano: recuperar su joya. Se cumple otro año de su recuperación y, también, de su viaje sin billete de vuelta a Madrid. Demandada la pieza por activa y por pasiva al gobierno central, el posible regreso de la obra, datada entre el siglo V y el siglo III a.C., ha sido el nuevo gobierno autonómico quien ha decidido reabrir el 'Caso Dama'.
Hallada por un agricultor mientras trabajaba el campo en agosto de 1987, vendida días después a París y recuperada durante la dictadura de Francisco Franco, la valiosa pieza solo ha pisado suelo ilicitano -desde que fuera recuperada- en dos ocasiones: 1965 y, más recientemente, en 2006, bajo el amparo del gobierno de Zapatero. La identidad de la mujer, como la de La Gioconda con quien coincidió en el Louvre, es un misterio. El retrato de una dama de la aristocracia ibera, a la que se le atribuye un carácter tanto humano como divino, ha encandilado durante décadas a los centenares de visitantes que la han visto, en Francia o España, desde que fuera descubierta por azar.
Tras numerosas demandas del gobierno local ilicitano y, también, del autonómico, la propuesta es ya formal y Cultura está a la espera de recibir una (nueva) respuesta de Madrid, tras varias negativas a lo largo de los años. Aunque no se espera sea inmediata con el gobierno provisional, ni el actual conseller de Cultura ni el alcalde de Elche, Carlos González, están dispuestos a dar por finiquitado el 'Caso Dama'. "Es importante la unidad y el apoyo de todos los ilicitanos para que la Dama, más pronto que tarde, esté en Elche", incidió González ayer durante el acto conmemorativo del 119 aniversario de hallazgo en la Alcudia. La lucha continúa.
Miércoles, 4 de agosto de 1897. Lo que en un primer momento se mostraba como una piedra para el joven agricultor Manuel Campello se convirtió en algo mucho más especial. Sin quererlo se había convertido en la persona que sacaría a la luz uno de los grandes tesoros del patrimonio nacional mientras trabajaba, como cada día, en los terrenos de La Alcudia. El busto, cuya ubicación muestra que se trató de una ocultación intencionada, fue bautizado entonces como 'Reina Mora'. Con apenas 14 años y de forma accidental el nombre de Campello quedaría siempre marcado en el anecdotario de la Historia del Arte de España.
Poco duró la alegría. No pasaba ni una semana del descubrimiento del agricultor cuando el propietario de la finca donde fue hallada malvendió la joya a un arqueólogo francés a cambio de 4.000 francos. Fue a manos del astuto Pierre Paris que llegó a su segunda casa: el museo del Louvre. Allí fue renombrada como 'Dama de Elche', espacio que la acogió a lo largo de más de cuatro décadas, aunque con un intermedio. La Segunda Guerra Mundial obligó a la dirección del Louvre a salvaguardar sus obras más preciadas en el castillo de Montauban, que escondió el busto del horror de la guerra europea.
Tras años de exilio, el dictador Francisco Franco logró llegar a un acuerdo en 1940 con el gobierno francés para recuperar un lote de obras de firma española, entre ellas la 'Dama', la Inmaculada Concepción de los Venerables de Murillo, las coronas y cruces visigodas del tesoro de Guarrazar y el Archivo de Simancas. Tras una breve parada en Irún, la de Elche fue trasladada en febrero de 1941 al madrileño Museo del Prado, donde permaneció hasta 1971, año en el que fue reubicada en el Museo Arqueológico Nacional, donde el resto de piezas cedidas por el gobierno de Vichy ya descansaban. El regreso fue usado por el régimen como una hazaña, un acto promocional y patriótico.
Tras su fugaz paso por Elche en 1965, con motivo del séptimo centenario del Misteri d'Elx, la pieza regresó a la tierra donde fue hallada en 2006. Con un dispositivo de seguridad de excepción, la ministra de Cultura socialista Carmen Calvo permitió el segundo viaje de la valiosa pieza a su lugar de origen. El busto pudo verse Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE) durante seis meses como parte de la exposición De Ilici a Elx 2006, traslado facilitado por el gobierno de José Luis Rodíguez Zapatero en el contexto de su proyecto de política de descentralización cultural. Ubicada en una sala exclusiva para su exposición, una bóveda almohade del siglo XII ubicada en la Torre del Homenaje del Palacio de Altamira, la pieza abandonó abandonó de nuevo Elche en noviembre de 2006. Hasta ahora.
En julio de 2015, el conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, visitó la 'Dama de Elche' en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid). Allí afeó al gobierno que se aferrara a la pieza y demandó al ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, la necesidad de encontrar una solución consensuada entre los tres escalones institucionales para facilitar el traslado de la obra. "En un estado de las autonomías hay que descentralizar también los iconos culturales y la Dama de Elche es un símbolo de identidad de los ilicitanos y de los valencianos, además de una pieza artística excepcional que queremos promocionar y mostrar al mundo desde Elche como patrimonio e historia de la sociedad valenciana", indicó entonces el conseller.
Si en 2015 Marzà reabría el 'Caso Dama' verbalizando su intención de gestionar la vuelta del busto, meses después se iniciaron las gestiones. El pasado mes de abril se constituyó una comisión bilateral entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Elche para agilizar la petición oficial ante el gobierno de España. ¿La propuesta? Generar una subsede del Museo Arqueológico Nacional en el MAHE de Elche para que se convierta en sede permanente de la pieza. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, afirmó entonces que la propuesta es una "buena solución para que el busto permanezca en su ciudad de origen pero al mismo tiempo siga siendo patrimonio nacional". Con las instituciones valencianas organizadas ahora es el turno del gobierno central -sea cual sea- el que decida sobre el futuro de la ahora Dama de Madrid.