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La Comunitat gana atractivo en el exterior: este es el perfil de la inmigración en territorio valenciano

El número de llegadas de ciudadanos con pasaporte de América del Sur se sitúa cada vez más cerca del que protagonizan los nacionales de la Unión Europea durante los primeros seis meses del año.

12/01/2020 - 

VALÈNCIA. Lo dicen los datos y también los expertos: tras años de incertidumbre y al calor de la mejora económica, la Comunitat vuelve a ser, como el resto de España, un lugar atractivo para la población de allende nuestras fronteras. El número de inmigrantes que llegaron a territorio valenciano superó por cuarto semestre consecutivo al que decidió marcharse, arrojando un saldo migratorio exterior de 27.162 personas en el primer tramo de 2019 que bien compensó la baja natalidad y la elevada mortalidad.

Así lo recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE) en sus últimos datos provisionales sobre migraciones, publicados hace tan solo unos días y en los que la Comunitat se ubica como la tercera autonomía que más inmigrantes españoles y extranjeros recibe con 45.949 en los primeros seis meses del pasado año. El 30 % de ellos posee la nacionalidad de algún país miembro de la Unión Europea, entre los que destaca con creces Reino Unido por su predilección por la provincia de Alicante. Sin embargo, y desde hace ya algunos años, esta realidad también está experimentando un cambio.

Las llegadas exteriores de personas con pasaporte de América del Sur se sitúan cada vez más cerca de las que protagonizan los inmigrantes de la Unión Europea, hasta el punto de que la diferencia entre ambos grupos se redujo a solo 1.272 movimientos en el primer semestre de 2019. Uno de los motivos se halla en el creciente número de ciudadanos de Sudamérica que se trasladaron a territorio valenciano, que aumentó alrededor de un 41 % con respecto al mismo periodo de 2018.

Ese flujo migratorio, que como muchos otros se había reducido considerablemente en los años de crisis, volvió a incrementarse de nuevo en 2014 y, desde entonces, su progresión es intensa y constante. Pero más allá de la mejora de la economía española, existen otras razones que explicarían ese auge. “Los países latinoamericanos padecen importantes éxodos de población y los destinos españoles son muy apetecibles, porque los procesos de naturalización son más sencillos”, apunta el profesor titular del Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València, Carles Simó.

Simó también subraya que en la Comunitat existe “un sector servicios que no deja de crecer” por su relación “con el inmigrante de mayor edad que los necesita”, así como que en países como Colombia “prevalecen conflictos internos que fuerzan a la población a emigrar”.

La colombiana es, precisamente, una de las nacionalidades de América del Sur que más ha visto incrementar sus llegadas a la Comunitat en relación a los primeros seis meses de 2018, con un aumento del 57,5 % que ofrece un saldo migratorio positivo de 5.079 personas. Igualmente relevantes son las llegadas exteriores de 2.752 ciudadanos con pasaporte venezolano, un fenómeno que según Simó “es más nuevo” de lo que puede parecer.

Un escenario más parecido al estatal

Por ello, la Comunitat está cada vez más cerca del contexto que se dibuja a nivel nacional en cuanto a inmigración exterior, en el que los países procedentes de América del Sur han presentado tradicionalmente más movimientos de llegada. Aunque eso sí, la diferencia entre el número de ciudadanos de Sudamérica y de la Unión Europea que decidieron trasladarse a España durante el primer semestre del año no es para nada ajustada: 32.993 personas, un registro que estaría muy alejado de la realidad valenciana al menos en el corto plazo.

Además de ese crecimiento desde el continente americano, los migrantes de países africanos también ganan peso en los seis primeros meses de 2019 con 6.401 movimientos, que sobre todo provienen de Argelia y Marruecos. Ambos países juntos agrupan al 82 % de los traslados producidos desde África y hacia la autonomía valenciana en ese periodo. 

Las llegadas de británicos aumentan un 40 % 

Pero si los ciudadanos con pasaporte de la Unión Europea todavía figuran como los que más se instalan en la Comunitat Valenciana es en gran medida gracias al gran crecimiento del 40 % que han experimentado los movimientos de ciudadanos británicos con respecto al primer tramo de 2018. La valenciana es, de hecho, la segunda autonomía donde el saldo migratorio exterior con Reino Unido es más elevado, solo por detrás de Andalucía, donde Málaga juega un papel clave. Junto con Alicante, ambas provincias concentraron el 43 % del total de las llegadas de británicos entre enero y junio de 2019.

En cualquier caso, en la Comunitat ese saldo migratorio es positivo por segundo semestre consecutivo, una tendencia que, de consolidarse en el último tramo de 2019, podría contribuir a un aumento de la población británica residente en territorio valenciano, que ya se produjo por primera vez en 2018 tras más de un lustro de fuertes caídas. Para Simó, el aumento de las llegadas de anglosajones plantea un fenómeno claro: “son ciudadanos británicos que quieren venir a instalarse a pesar del brexit”.

Por países y en términos generales, Reino Unido es la segunda región que más inmigrantes aportó a la Comunitat en el primer semestre del pasado año. En números absolutos se sitúa por detrás de Colombia y por delante de Marruecos, Venezuela y también Italia, que en un año ha experimentado un aumento del 15,6 % en las llegadas a la autonomía valenciana. Mientras, otros países relevantes en momentos anteriores, como Rumanía, reflejan una reducción en el volumen de traslados.


La inmigración salva la demografía valenciana

El balance de los movimientos migratorios con el exterior en la Comunitat, en positivo desde el segundo semestre de 2017, es un factor clave para el mantenimiento al alza de la demografía valenciana. En un contexto en el que la mortalidad supera a los nacimientos y arrojó un saldo vegetativo negativo de casi 5.300 personas en el primer semestre de 2019, el aumento de la población de la Comunitat en ese mismo periodo hasta los 4.998.711 habitantes solo se explica por el impacto de la inmigración.

“El retraso en el envejecimiento nos ha puesto una losa encima, porque si no hay gente que pague las pensiones hay un problema estructural”, explica Simó, quien mantiene que, de no haber nacimientos, “la única manera de que la población crezca es con un saldo migratorio positivo”. Las llegadas de nuevos ciudadanos a territorio valenciano, por tanto, son la vía que permite a la Comunitat continuar con su crecimiento demográfico.

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