Foto: EFE/BIEL ALIÑOVALÈNCIA. Comienzan a agotarse los días de 2020 y cada vez se observa con mayor claridad que este será un año de récord en cuanto a cifras de mortalidad. Según los últimos datos sobre defunciones por cualquier causa que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este miércoles, la Comunitat Valenciana concluyó la semana del 30 de noviembre con 45.278 decesos acumulados, un dato que supera en 4.003 muertes al registrado en el mismo periodo de 2019 y que es casi un 10 % superior a la media de defunciones del último lustro.
La estadística del INE, que ya ofrece cifras provisionales de mortalidad para los cinco primeros meses de 2020, calcula los fallecimientos de las semanas restantes con datos de los Registros Civiles y sus propias series de defunciones, a las que añade las muertes no informatizadas mediante una estimación. De este modo, evidencia que 2020 ya se ha convertido, a falta de poco menos de un mes para su conclusión, en el año con mayor número de decesos del presente siglo en territorio valenciano.
De hecho, a estas alturas del año se habían registrado 2.771 muertes menos en 2018, el segundo ejercicio de este siglo con mayor mortalidad. Y aunque las cifras más elevadas todavía coinciden con los momentos más crudos de la primera ola de la covid-19, los números más contundentes de esta segunda etapa se encuentran en noviembre, el mes que más defunciones por coronavirus acumula por detrás de abril, según los datos de la Conselleria de Sanidad. En concreto, entre los días 16 y 22 de noviembre se registraron 998 muertes, coincidiendo con el que es, al menos de momento, el pico de la segunda ola del virus. Pocos días atrás, entre el 2 y el 8 de noviembre, se habían contabilizado igualmente 980 defunciones.
También entre la semana del 27 de julio y la del 31 de agosto se observan niveles importantes de mortalidad, con más de 900 decesos semanales en la mayoría de los casos, aunque dados los índices del virus que se registraban entonces es más probable que, tal y como se recoge en los informes del Sistema de Vigilancia de la mortalidad diaria (MoMo), esos altos niveles se asocien a un exceso de altas temperaturas.
Respecto a las cifras de la primera ola, y según el avance de las defunciones por causa de muerte que publicó el INE la semana pasada, se aprecia cómo el exceso de mortalidad registrado entre los meses de marzo y mayo, que alcanza los 1.783 decesos sobre 2019, se relaciona casi por completo con el coronavirus. En ese periodo, el Instituto Nacional de Estadística confirma 1.767 muertes por coronavirus o con sospecha de covid-19, el 99 % del exceso.
Por su parte, la provincia en la que más ha variado el número de defunciones respecto a 2019 ha sido Alicante, donde hasta la semana del 30 de noviembre se han registrado 16.438 muertes, un 10,4 % más que en el mismo tramo del año anterior. Mientras, en Castellón el aumento es del 5,5 % respecto a 2019 y se alcanzan las 5.184 defunciones, unas 1.678 por encima de la media de los últimos cinco años.
En el caso de Valencia, la variación es del 10,1 % con 23.655 defunciones acumuladas a falta de menos de un mes para terminar el año, un registro superior en más de 2.100 fallecimientos a la media del último lustro, el mayor en términos absolutos.
En todas las provincias, además, los momentos de mayor mortalidad coinciden con el pico de la primera ola del coronavirus. En Valencia y Alicante, se registraron 679 y 514 defunciones por cualquier caso entre el 30 de marzo y el 5 de abril, a la vez que en Castellón la peor semana en términos de fallecimientos es la del 23 al 29 de marzo, con 180 decesos.
