VALÈNCIA. La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ve "preocupante" la evolución de la inversión productiva de las administraciones autónomas, que se ha reducido a menos de la mitad desde 2003. Entre las que peor evolución muestra está la Comunitat Valenciana, lo que es indicativo del nivel de prestación de servicios y puede comprometer la calidad de los servicios públicos.
Así lo refleja el informe elaborado por Ángel de la Fuente, que toma como punto de partida el ejercicio 2003 porque es el primer año en el que todas las comunidades autónomas fueron responsables de la gestión de la sanidad durante el ejercicio completo.
De la Fuente afirma que la evolución de la inversión productiva es "ciertamente preocupante", ya que su volumen real por habitante se ha reducido a menos de la mitad de su valor inicial en el conjunto del país y en 13 de las 17 comunidades autónomas, "sin que se observe una recuperación en la parte final del período en la mayoría de los casos". De no corregirse en un tiempo razonable, según el informe, "esta situación terminará comprometiendo la calidad de los servicios públicos que las CCAA pueden prestar".
Los indicadores de gasto total y especialmente de gasto corriente, sin embargo, "se prestan a una lectura bastante más positiva", pero no para todos. El gasto corriente por habitante, neto de intereses y calculado a precios constantes, es superior al observado en 2003 en al menos un 10% en todas las regiones españolas, situándose en promedio un 23% por encima de esta referencia.
Con todo, "existen diferencias significativas entre unas regiones y otras". Así, Canarias, Castilla la Mancha y Comunitat Valenciana son las comunidades en las que menos ha crecido el gasto total en el conjunto del período, mientras que el País Vasco y Cataluña presentan los mayores crecimientos acumulados.
El País Vasco es también la comunidad que menos ha recortado la inversión, seguida de Cataluña, mientras que Castilla la Mancha, Comunitat Valenciana, Navarra y Canarias son las que más lo han hecho. Como recuerda en informe, esto repercute en la calidad de los servicios publicos.
A modo de conclusión, De la Fuente señala que el gasto autonómico ha seguido un patrón "extremadamente procíclico", con fuertes crecimientos durante la etapa de expansión, seguidos de profundos recortes en la crisis, aunque con un cierto desfase, y de una ligera recuperación en los últimos años.
El autor del informe de Fedea considera que la situación de las cuentas autonómicas no ha superado por completo los efectos de la crisis y que sigue presentando algunos "rasgos preocupantes", de ahí que reclame a las Comunidades Autónoas un "cierto esfuerzo de contención" del gasto corriente.