Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. La pandemia de la covid-19 causó la semana pasada veintiocho defunciones en toda la Comunitat Valenciana, una cifra que no se registraba desde la penúltima semana de mayo y que, por lo tanto, representa el dato de muertes más elevado de la ‘nueva normalidad’. Es un récord que se alcanza tras un crecimiento sostenido en el número semanal de decesos y días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtiera de que el otoño, que comenzará este martes, traerá nuevos aumentos en la suma de fallecidos a partir de octubre. Pese a que el ritmo de los nuevos casos se ha estabilizado en las últimas semanas, muchos expertos ofrecen también el mismo diagnóstico.
“El principal problema del otoño no es la temperatura, sino el regreso a los espacios de trabajo y a las aulas, que son el foco perfecto para la transmisión del virus: lugares cerrados, mal ventilados y con gente”, confirma el catedrático de Parasitología de la Universitat de València, Rafael Toledo, quien incide en que la situación empeorará “aunque a un ritmo más lento que el de comienzos de año”. Esta ralentización se debe, principalmente, al aumento sustancial de la capacidad diagnóstica y al mayor seguimiento de los contagios, además de a las medidas impuestas por los distintos gobiernos que, dada la evolución de los indicadores de la pandemia, comienzan a verse reforzadas.
Las restricciones ya condujeron hacia un retroceso del virus durante el desconfinamiento que culminó en los primeros compases de la ‘nueva normalidad’, cuando incluso durante once días, entre el 8 y el 19 de julio, la Comunitat no registró ningún fallecimiento por covid-19. No obstante, la cifra comenzaría a alzarse de nuevo a partir del mes siguiente, ya que tras casi dos meses de contención se notificaron cinco muertes en la segunda semana de agosto. Desde entonces, el número de decesos semanales por covid-19 ha ido siempre en aumento hasta los 28 casos de la pasada semana, un dato espoleado por las nueve muertes reportadas tanto el miércoles como el jueves, que igualan la que es por ahora la cifra diaria de defunciones más alta desde que concluyó la desescalada.
De este modo, la Comunitat Valenciana acumula durante septiembre 74 muertes a causa del coronavirus, mientras que en todo el mes de agosto la cifra fue de 31. Aunque muy lejos todavía de los peores datos de mortalidad de la pandemia, es un incremento que podría reflejarse también en el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), donde ya se aprecian algunos registros elevados de fallecimientos en torno al 5 y al 14 de septiembre. Por ahora, el propio ISCIII reconoce que las cifras más recientes del MoMo, que bebe de los registros civiles informatizados para detectar patrones inusuales en los decesos, están condicionadas por el retraso en la notificación.
En cualquier caso, la evolución de las defunciones por covid-19 en territorio valenciano dependerá principalmente del avance de los contagios, que se acentuará en las próximas semanas según los expertos. Como confirma Toledo, los datos de mortalidad representan “aproximadamente un 1 % de los infectados”, por lo que cuanto más aumente esa cifra el número real de decesos “también lo hará”. En este sentido, el catedrático de la Universitat de València asegura que el virus “no va a poder controlarse hasta que se haya contagiado un porcentaje importante de la población”, y que por lo tanto se intenta ralentizar su expansión “para retrasar los contagios y los posteriores ingresos” hospitalarios.
Una ralentización que se aprecia de momento en la Comunitat Valenciana, donde a falta de conocer el impacto completo del regreso a la actividad laboral y estudiantil, el número de casos diarios se ha estabilizado. Así, y aunque se han registrado altos niveles de propagación con más de 900 casos los días 1, 11 y 15 de septiembre, en la última semana hubo cuatro notificaciones con menos de 600 contagios al día, hasta un total de 3.633 nuevos casos antes de que arranque el otoño.
También ha experimentado un crecimiento notable el número de pacientes ingresados en los hospitales de la Comunitat a causa del virus, que según la última notificación de la Conselleria de Sanidad es de 484. El dato es ligeramente inferior al récord de la 'nueva normalidad', que se reportó el miércoles con 507 personas hospitalizadas, y revela un crecimiento del 29 % respecto a comienzos de este mes.
De este modo, las cifras de hospitalizaciones son ya similares a las que se contabilizaban durante la segunda semana de mayo, y con idéntica distribución geográfica. La provincia de Valencia vuelve a ser la que más ingresos en hospitales presenta, con un 57 % del total, mientras que en Alicante se encuentran el 31 % de los pacientes ingresados y en Castellón el 12 % restante.
Por otro lado, y en relación a la situación de la Comunitat respecto al conjunto nacional, la autonomía valenciana posee una incidencia de 44 casos diagnosticados en los últimos siete días por cada 100.000 habitantes, la más baja de todas las regiones a fecha del pasado viernes. Así, y según datos del Ministerio de Sanidad, se situaría por detrás incluso de comunidades como Galicia (48,8) o Asturias (50,5) y muy lejos de la media estatal, que se ubica en 124 contagios por cada 100.000 habitantes.
No obstante, la Comunitat aparece también muy atrás en el número de PCR realizadas con una tasa de 1.135 por cada 100.000 habitantes entre el 8 y el 14 de septiembre, una cifra que superan una docena de regiones. Además, presenta una positividad del 10,6 %, un porcentaje alejado, esta vez sí, del que obtienen Asturias (2,9 %) y Galicia (6,9 %).
