VALÈNCIA. (EP) La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) prevé una caída del PIB de la región en torno al 12% en un 2020 marcado por la crisis derivada de la pandemia de la Covid-19 y espera una recuperación de cerca del 8% para 2021.
Así consta en su último Informe de Coyuntura y Perspectivas Económicas, que constata que la economía valenciana, al igual que el resto de economías, acusó el primer semestre del año un desplome en el conjunto de su actividad y el mayor impacto se produjo en el periodo abril-junio, con un desplome de más del 25% en tasa anual.
El informe advierte que los 'shocks' de oferta y demanda provocados por la pandemia en la Comunitat han tenido un "impacto más severo" que en otras regiones y en el conjunto de la economía nacional.
En gran medida, --analiza el documento-- esto se debe a la especialización productiva -con un mayor peso del turismo, la hostelería, la construcción y ramas manufactureras de bienes de consumo-, así como al mayor grado de apertura al exterior (en bienes y en turismo), y a una mayor intensidad de autónomos y microempresas en algunas de las ramas del sector servicios.
El estudio señala que la actual crisis ha puesto de relieve también la "fuerte interdependencia" que existe entre los agregados macroeconómicos, los agentes económicos y los sectores productivos dentro de nuestro sistema que, además, está abierto al exterior.
Además, se han puesto de manifiesto "muchas de las debilidades de la estructura productiva y del tejido empresarial", así como el hecho de que la incertidumbre retrasa toda iniciativa o proyecto prescindible en el corto plazo.
El mayor impacto de la pandemia se ha centrado en el segundo trimestre del año, periodo en el que se concentra la mayor parte del estado de alarma (de 15 de marzo a 21 de junio). Según las estimaciones de la AIReF el desplome de la economía valenciana podría haber sido del 25,6% en tasa interanual.
Como se puede extraer de este informe de coyuntura de la CEV, la repercusión de la pandemia ha afectado a todos los agregados económicos y a todos los sectores productivos, pero la "intensidad del impacto no ha sido homogénea, ni tampoco su grado de recuperación".
En el sector primario, el cierre del canal Horeca y la caída de la demanda han agravado la situación para muchos cultivos. También la ganadería acusó descensos. En el sector industrial, salvo en "material y equipo eléctrico, electrónico, informático y óptico", el resto de las ramas ha sufrido caídas intensas en su producción; en gran parte, por el cierre decretado.
Destacaron por la intensidad del desplome en su actividad las ramas 'material de transporte', 'cuero y calzado', 'textil y confección'. Por el contrario, las circunstancias de la situación provocaron que la caída en 'alimentación, bebidas y tabaco' fuera mucho más leve. Los indicadores más recientes apuntan a una recuperación generalizada de la industria manufacturera, superior a la mostrada en media nacional, pero sin alcanzar los niveles previos a la crisis.
La construcción también acusó un desplome en su actividad, con caídas más acusadas en la licitación oficial que en viviendas. Los datos más recientes parecen avalar "cierta recuperación" en vivienda de nueva construcción.
El macrosector servicios ha sido el sector más afectado por la pandemia. Las ramas relacionadas con el turismo, el ocio, el transporte y el comercio han sido "especialmente golpeadas" durante lo más agudo de la crisis y en los meses siguientes.
La implantación de cuarentenas por parte de algunos gobiernos nacionales emisores de turistas extranjeros, la ausencia del programa Imserso y la escalada de rebrotes puntuales en determinadas zonas de España, "no despeja la incertidumbre" en estas ramas, apunta la CEV en su informe.
El cierre de fronteras y la caída de la demanda en las economías a nivel mundial provocó el enfriamiento de las relaciones comerciales. El sector exterior valenciano acusó un deterioro con tres bajadas importantes tanto en exportaciones como en importaciones.
Salvo en 'alimentación, bebidas y tabaco', el resto de las grandes partidas exportadoras de la Comunitat Valenciana sufrió "mermas importantes" en sus volúmenes de exportación. No obstante, los últimos datos parecen indicar una "lenta recuperación de las exportaciones", sobre todo hacia los países de la Unión Europea.
La crisis ha tendido consecuencias muy notables sobre el empleo. El número de personas en situación de paro subió durante todos los meses, excepto en el mes de julio. En agosto, el paro registrado fue un 20,72% más alto que en agosto del año anterior. Cabe recordar que las personas que todavía están sujetas a un ERTE no computan a efectos de paro.
Los indicadores apuntan a que se está destruyendo tejido empresarial, con cierres de empresas y bajas de autónomos. En su conjunto el número de actividades afiliadas cayó entre enero y junio un 5,44%.
Destacan los desplomes en 'actividades artísticas', 'educación', 'transporte y almacenamiento' y 'hostelería'; todos ellos, sin duda, debido a la situación extremadamente adversa a la que tuvieron que enfrentarse los autónomos durante el "gran confinamiento".
Así, en la evolución del número de empresas en la Comunitat Valenciana en los últimos 15 meses se observa un claro descenso en marzo y abril de 2020; a partir de mayo se observa ya una ligera subida, sin lograr en julio los niveles previos a la crisis sanitaria y de momento, la tendencia alcista se rompió en el mes de agosto.
Por todo ello, desde la CEV se insiste en que es imperativo "redoblar los esfuerzos" para impedir que se destruya más tejido productivo y empleo. En este sentido, la patronal autonómica aboga por la prórroga de los ERTE en todos los sectores, como se contempla en el III Acuerdo Social en Defensa del Empleo. "Las cadenas de valor no sólo son globales, sino que su alcance se despliega más allá de empresas y sectores concretos", argumenta.
En cuanto a las previsiones que sustentaron los calendarios para los préstamos ICO, la CEV advierte que han quedado "desfasadas", y "el desplome de la actividad y el retraso de la recuperación siguen mermando la tesorería de empresas y autónomos". Por ello aboga por ampliar el periodo de carencia de 1 a 2 años y el periodo total de los préstamos de 5 a 7 años.
La patronal señala también que "los nuevos presupuestos públicos no deben incluir un aumento de la presión fiscal. La economía real requiere de una política fiscal que apoye a los agentes económicos y que incentive la productividad y la competitividad", defiende.
Finalmente, la CEV sostiene que el Plan Next Generation EU debe programarse y ejecutarse "con criterio y agilidad", ya que va a suponer un "gran apoyo para la recuperación y la modernización de nuestra economía". Para ello, la organización empresarial considera "imprescindible modificar la Ley de Contratos del Estado, con el fin de adecuar sus plazos a los requisitos en la gestión de los fondos europeos", concluye el informe.