VALÈNCIA. La Confederación Empresarial de la Comunitat (CEV) solicita que la bonificación del impuesto de Sucesiones se amplíe del 95% al 99% para todas las empresas de la Comunitat, independientemente de su volumen de facturación, así como la supresión del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) por estar "obsoleto" y del de Patrimonio, con el objetivo de atraer y mantener en la región a los grandes fortunas.
La patronal que preside Salvador Navarro realiza estas peticiones en el documento 'Propuestas para una fiscalidad más competitiva', aprobado este jueves por sus órganos de gobierno y que contiene 28 propuestas concretas que pretenden "avanzar hacia una economía moderna, dinámica, competitiva, atractiva para inversiones autóctonas y foráneas, y con altos niveles de empleo, renta disponible y bienestar social".
Las propuestas de la CEV persiguen aligerar la factura fiscal de los agentes económicos valencianos y equiparar la carga tributaria a la vigente en otros territorios. Todo ello "sin dejar de exigir la reforma del sistema de financiación autonómica". Para la patronal, antes que aumentar la presión fiscal, se debe mejorar la gestión pública y la lucha contra la economía sumergida.
Sobre el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, además de bonificar al 99% la base imponible para todas las empresas, la CEV pide que en la transmisión de empresa familiar se implemente un procedimiento específico para la concesión de aplazamientos de autoliquidación.
Para el Impuesto sobre el Patrimonio, las propuestas van encaminadas a atraer y mantener en la Comunitat grandes patrimonios, así como talento humano; a incentivar las inversiones en start-ups, en actividades socialmente responsables, en los ámbitos de la tecnología e I+D, y en aquellas inversiones que generen empleo.
Por lo que se refiere al Impuesto sobre Actividades Económicas, se defiende su eliminación al haberse quedado "obsoleto" en el marco actual porque afecta a actividades económicas y empresariales que ya vienen gravadas de forma ajustada por otros impuestos.
"Este impuesto grava la capacidad productiva en sus diversas manifestaciones más decimonónicas, pero no grava realmente las actividades económicas", incide. Subsidiariamente, hasta la desaparición del impuesto, se propone una serie de medidas encaminadas a "ajustar y clarificar" determinados términos y elementos tributarios; evitar problemas de estacionalidad y ajustar las cuotas a la actividad real; o evitar la tributación de empresas en pérdidas.