ELDA. El monte Bolón de Elda ha vuelto a iluminarse en la tarde-noche del 5 de enero. La tradicional Bajada de Antorchas ha resistido a la pandemia aunque con restricciones y menos luces. En esta ocasión, el número de participantes se ha reducido a 150, la mitad que el año anterior, y solo una tercera parte han portado antorchas de fuego real. Las 100 restantes se han encendido con luces LED, una tecnología sostenible que ya se aplicó en la noche de Reyes de 2020. Se trata, por tanto, de una de las pocas costumbres navideñas que se han mantenido en un año sin cabalgatas ni celebraciones similares.
Desde la ciudad, pequeños y mayores han podido contemplar el descenso que, según la tradición, simboliza la estrella de Belén, aquella que guio a los Reyes Magos hasta el portal. Como cada año, la bajada ha puesto fin a la espera de los y las eldenses, quienes ya saben que sus majestades de Oriente han llegado a la localidad para repartir ilusiones y cumplir sus deseos.
Finalizado el recorrido —que ha empezado a las 19:00 y ha concluido alrededor de las 21:00 horas—, la ciudadanía está llamada a encender velas en balcones y ventanas para continuar alumbrando a los Reyes Magos en su llegada al municipio. De este modo, el Ayuntamiento pretende que sean los hogares los que animen las calles por las que no ha podido transcurrir la cabalgata. Para ello, el consistorio ha repartido miles de cirios en los centros educativos y en la Oficina de Turismo de la localidad.
Esta vez, la situación sanitaria ha forzado al Ayuntamiento a prohibir el acceso a la senda y a la cumbre del Bolón a partir las 14:00 horas, de modo que las visitas al monte se realizaran en los días previos y posteriores al 5 de enero. Por otra parte, la concentración de portadores y portadoras —mayores de edad, residentes en Elda y previamente inscritos— ha tenido lugar la misma tarde de la bajada, entre las 15:00 y las 16:00 horas, junto al instituto La Melva, donde se han entregado las acreditaciones y las antorchas. Además, con tal de evitar aglomeraciones, este año las personas participantes debían aparcar en el barrio Virgen de la Salud o en el de Molinos de Félix y acudir sin acompañantes.
En la presentación del evento, la concejala de Fiestas de Elda, Lorena Pedrero, indicó que el gobierno local había decidido “fomentar las señas de identidad y las tradiciones” de la ciudad, entre las cuales se encuentra el fuego. Anunciaba así el mantenimiento de una Bajada de Antorchas que debía celebrarse “desde la responsabilidad y cumpliendo todas las medidas sanitarias”.