VALÈNCIA. (EFE) La Audiencia de València ha juzgado este miércoles a un joven por unos supuestos abusos sexuales sobre una chica ocurridos tras una fiesta entre asistentes al Congreso que celebraron en El Puig (València), en 2017, las juventudes del PSPV, un partido que expulsó de manera fulminante al acusado.
La vista, celebrada hoy en la Ciudad de la Justicia, ha arrojado dudas en la fiscal, hasta el punto de que ha dejado en manos del tribunal la valoración de unos indicios que ella misma ha cuestionado en sus conclusiones finales. Sin embargo, no ha retirado los cargos.
Tampoco lo ha hecho la acusación particular, ejercida en nombre la víctima, a pesar de que la chica, de 21 años en el momento de los supuestos hechos, ha declarado que no recuerda que fuera el acusado quien abusara de ella. De hecho, la joven no recuerda cómo fueron los supuestos abusos, hasta el punto de que la perito psicológica forense que la examinó para determinar la credibilidad de su denuncia ha declarado que no hay elementos suficientes como para examinar su relato o, en otras palabras, que se trata únicamente de fragmentos inconexos.
En todo caso, la perito ha declarado que la víctima no padece los efectos típicos de las personas que han sufrido una agresión sexual, mientras que el informe médico del Hospital de Sagunto indica que no se encontró ninguna lesión genital en la joven, quien en todo caso hoy ha dejado claro que desde la mañana en que se despertó tiene la sensación de que aquella noche alguien se aprovechó de su borrachera para violarla.
El juicio se basaba en el escrito de acusación de la Fiscalía, según el cual condenado y víctima acudieron la noche del sábado a una discoteca junto a otros participantes del congreso, que terminaría ese domingo. De regreso al hotel, la joven necesitó ayuda para llegar a su habitación, debido a que había bebido mucho, por lo que el acusado y tres personas más la acompañaron y la metieron en la cama.
La acusación pública mantiene que, poco después, y para recuperar una chaqueta que había olvidado en el cuarto de la víctima, el procesado volvió a la estancia y, con la intención de satisfacer su deseo sexual, violó a la joven, sin que ésta diera su consentimiento y sin que mediara violencia. El Ministerio Fiscal solicita una pena de prisión de 7 años por un delito de abuso sexual.
Sin embargo, la propia fiscal ha expresado hoy al tribunal sus dudas sobre que, efectivamente, sucedieran así los hechos y, sobre todo, que quepa condenar por ellos al joven que se ha sentado hoy en el banquillo.
El relato acusatorio, según ha explicado la fiscal, se basaba en dos testimonios, uno, el de la víctima. Y otro, el de Álex Morales, dirigente socialista juvenil de Cullera (Valéncia). De hecho, ha explicado también la fiscal, esta causa se ha archivado ya en dos ocasiones, y si la Fiscalía ha recurrido esos archivos y ha pedido la celebración de juicio, ha sido sobre la base de esos dos indicios.
La víctima no ha recordado hoy que fuera el procesado la persona que abusó de ella.Y por lo que respecta a Álex, ha continuado la fiscal, él dijo en su día que el acusado, a quien se expulsó del partido de manera fulminante, le reconoció los hechos en una conversación telefónica. Como la chica estaba inconsciente, si hubo sexo, no pudo ser consentido, ha dicho la fiscal. Pero hoy, Álex no ha recordado que las cosas sucedieran así. La defensa ha pedido la libre absolución con todos los pronunciamientos favorables.