CASTELLÓ.
Atracador
Rosalía Torrent, directora del MACVAC
Botín
Susana y los viejos, de Artemisia Gentileschi
En el Castillo de Weissensteinm, en la localidad alemana de Pommersfelden, está una pintura icónica que haría lo que fuera para tener en el museo de Vilafamés. Se trata de la obra Susana y los viejos, de la pintora barroca Artemisia Gentileschi.
El museo de Vilafamés es de arte contemporáneo, y sin embargo me gustaría muchísimo tener esta pieza, firmada en 1610 y por tanto con más de cuatrocientos años a sus espaldas. Una joya barroca de una artista que, hoy, ya se la reconoce entre los y las grandes de la pintura. Han tenido que pasar siglos para que las obras de las mujeres sean tenidas en consideración. Hoy ya no hay duda: no podemos contar la historia del arte sin ellas.
Aunque es una obra del XVII, su mensaje es absolutamente contemporáneo. Por eso, y por su dramática belleza incontestable, me gustaría traérmela a Viafamés. Ella nos recuerda que debemos desterrar la violencia de género. Una angustiada Susana rechaza la agresión de los viejos. Es una lectura feminista de esta historia bíblica. Demasiadas veces se había mostrado a Susana ajena al sufrimiento, demasiadas veces se había estetizado el fenómeno de la violencia, presentando a Susana como una mujer ajena a lo que se le viene encima. Artemisia la presenta rechazando y dolorida. No da ni un paso hacia el deleite visual ante el cuerpo desnudo. Porque ninguna persona decente puede dejar de alertarse ante su miedo.
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