MADRID (Europa Press). La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (DGT) ha denunciado en una semana a 2.283 conductores por conducir habiendo consumido alcohol o drogas, dentro de la campaña que la Dirección General de Tráfico (DGT) puso en marcha entre el 5 y el 11 de junio y cuyo objetivo es poner fuera de la red viaria a aquellos conductores que habían bebido o consumido droga.
De ellos, 657 dieron positivo por drogas y 1.626 por alcohol. En total se han realizado 158.941 pruebas. Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han realizado 1.959 pruebas de detección de drogas a conductores que presentaban algún síntoma de haber ingerido alguna sustancia, habían cometido alguna infracción o que se habían visto implicados en un accidente.
De los 1.959 conductores sometidos al test salival para comprobar la presencia en el organismo de drogas, 657 resultaron positivas, es decir, el 33,5% del total. Como viene siendo habitual, entre las drogas más consumidas están el cannabis (442 casos), la cocaína (268 casos) y las anfetaminas (88 casos).
Las pruebas salivares para la detección de la presencia de drogas en los conductores se están incrementando progresivamente con la idea de llegar a generalizarse como las que se hacen para la detección del alcohol, según informa la DGT.
En este sentido, señala que el incremento progresivo de los controles de drogas entre los conductores es consecuencia del "alto porcentaje" de conductores que conducen con presencia de drogas y alcohol al volante. Así, recuerda que en el último informe estudio de prevalencia de sustancias psicoactivas EDAP 2015, el 12% de los conductores elegidos al azar dieron positivo en alcohol y drogas por encima de los límites legales.
En lo referente al alcohol, en la campaña realizada durante la última semana, se han realizado 156.982 pruebas de control de alcoholemia y 1.626 conductores dieron positivo, de ellos, 1.438 detectados en controles preventivos, 93 tras haber cometido una infracción, otros 80 por estar implicado en un accidente y 15 más por presentar síntomas evidentes de ingesta de alcohol.
De los 1.626 conductores que dieron positivo, a 1.395 se les ha abierto expediente sancionador por vía administrativa, mientras que a los 231 restantes se les han instruido diligencias para su posterior traslado a la autoridad judicial por superar la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado. Además, contra 11 conductores se han abierto diligencias y han sido puestos a disposición judicial por negarse a realizar las pruebas de alcoholemia.
Quintuplicar la tasa o quedarse dormido en la prueba
Como algunos ejemplos, la DGT resalta que agentes de la ATGC interceptaron y detuvieron en la N-340, a su paso por Totana (Murcia) a un conductor de camión de 40 toneladas por quintuplicar la tasa máxima de alcoholemia permitida a conductores profesionales.
Asimismo, el domingo 11 de junio, agentes del subsector de Tráfico de A Coruña, realizaron la prueba de alcoholemia a un conductor de un turismo que dio positivo en alcoholemia. La primera prueba arrojó un resultado de 1,22 mg alcohol / l. de aire espirado, y la segunda no fue capaz de realizarla, quedándose dormido en el desarrollo de la misma y tener que ser despertado por el agente del equipo de atestados que le practicaba la prueba. Ante la preocupación de los Agentes intervinientes por el estado de dicha persona, se vieron obligados a requerir los servicios sanitarios, siendo trasladado en ambulancia al Hospital Clínico Universitario de Santiago.
Además, agentes del mismo subsector de A Coruña pusieron a disposición judicial durante la semana de campaña a un conductor de bicicleta por dar positivo a alcohol en el test realizado, cuyo resultado fue de 0.86 mg alcohol/l. de aire espirado. Además, dicho conductor no hacía uso del casco reglamentario en vía interurbana.
La DGT recuerda que conducir superando la tasa de alcohol (con carácter general, 0,5 gramos de alcohol en sangre o 0,25 miligramos por aire respirado) o haber consumido drogas está sancionado con entre 500 y 1.000 euros y la pérdida de entre 4 y 6 puntos del permiso de conducir.
Además, el Código Penal recoge delitos contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas penados con prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años. Asimismo, la negativa a realizarse las pruebas está penado con prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.
La DGT recuerda la colaboración de las policías locales y autonómicas, ya que los controles de alcohol y drogas se han realizado tanto en vías interurbanas como en urbanas. Los datos de estas policías todavía se están procesando y habrá que sumarlas a las presentadas en esta nota.
Pese a que la campaña ha finalizado, los agentes de Tráfico de la Guardia Civil continuarán realizando controles de alcohol y drogas a los conductores a cualquier hora del día y en cualquier carretera con el objetivo de disuadirlos de conducir.