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la petrolera dirigida por el ceo cede un 8,6% desde sus máximos de noviembre pasado

Josu Jon Imaz compra 5.000 acciones de una Repsol en plena corrección en bolsa

3/12/2019 - 

VALÈNCIA. Josu Jon Imaz volvió a comprar acciones de Repsol (REP) cinco meses después de la última vez, aprovechando las ventanas temporales que los consejeros tienen a su disposición para operar en bolsa. Si el pasado 1 de julio adquiría 2.454 títulos de la operadora que dirige, a un precio de 14,02 por cada uno, el 29 de noviembre hizo lo propio con 5.000 'repsoles' más a 14,36 euros por acción. De este modo, el CEO de Repsol tiene en cartera el 0,02% del capital de la cotizada presidida por Antoni Brufau.

La compra llega en una racha bajista de REP, dado que ha saldado las últimas cinco sesiones en rojo y ayer se dejó en el parqué bursátil un 1,01% cerrando en los 14,14 euros. O lo que es lo mismo: un 8,6% por debajo de los 15,47%a los que acabó en la sesión del pasado 4 de noviembre, cuando trataba de atacar los máximos históricos situados en los 16,19 euros desde julio de 2018. Todo ello sin ningún bajista con nombre y apellidos en su capital, por aquello de no igualar o superar el mínimo legal del 0,50%.

Pese a todo, REP presenta un avance del 4,14% en el Mercado Continuo en lo que va de año, lo que se traduce en una capitalización de 21.605 millones de euros. Y todo ello con un buen número de recomendaciones de compra como la de los analistas de Bernstein que la ven en los 20,28 euros; o la de sus colegas de Credit Suisse, en los 20 euros; o los de los expertos del Banco Sabadell, por citar otra casa de análisis más, cuyo precio objetivo lo tienen marcado en los 19,70 euros.

Mientras tanto, el consejo de REP ha decidido acelerar su apuesta por los proyectos bajos en carbono y la sostenibilidad con el objetivo de ser una compañía cero emisiones netas en el horizonte de 2050. Con esta decisión Repsol, que en el primer semestre del próximo año lanzará un nuevo plan estratégico 2021-2025 para definir esta senda, se convierte en la primera compañía de su sector en asumir el objetivo de cero emisiones netas en 2050, informó el grupo.


En este camino hacia la descarbonización de la compañía en los próximos 30 años, anunciado ayer en la inauguración de la COP 25 de Madrid, Repsol se plantea nuevas metas de reducción de su indicador de intensidad de carbono sobre la base del año 2016: del 10% en 2025, del 20% en 2030 y del 40% en 2040, avanzando así hacia las cero emisiones netas de CO2 en 2050. La compañía estima que, con los avances tecnológicos previsibles a día de hoy, podrá alcanzar al menos el 70% de reducción de emisiones netas para ese año. Asimismo, se compromete a aplicar las mejores tecnologías para elevar esta cifra, incluyendo la captura, utilización y almacenamiento de CO2.

Precisamente Josu Jon Imaz destacó la convicción de que el grupo debe fijarse objetivos "más ambiciosos en la lucha contra el cambio climático", por lo que "creemos que el momento para Repsol es ahora. Lo hacemos con la plena confianza de estar apostando por el futuro. Solo abordando con claridad estratégica los grandes retos que tenemos ante nosotros podremos convertirlos en oportunidades. Estamos convencidos de que ello refuerza nuestro proyecto, atrayente, sostenible y rentable para todos nuestros 'stakeholders". 

Transición energética

Esta senda hacia la descarbonización también pasa por redefinir la estrategia en todas las líneas de negocio de la compañía, impulsando sus proyectos asociados a la transición energética. En el caso concreto del negocio de generación de electricidad baja en emisiones, donde en apenas un año el grupo, tras la compra de los activos de Viesgo y a través de su filial Repsol Electricidad y Gas, se ha convertido en un actor relevante, eleva un 66% sus objetivos actuales de capacidad instalada a 2025, pasando de los 4.500 MW a 7.500 MW.

De esta manera, la compañía redobla su apuesta por las tecnologías 'verdes', donde ya alcanzaba, sumando todos los proyectos en desarrollo con sus actuales activos, el 90% de ese objetivo de 4.500 MW, con 3.000 MW nuevos y, además, apuesta por iniciar su expansión en otros mercados para convertirse en un actor internacional "relevante" en energías renovables. En esta línea, el grupo dirigido por Josu Jon Imaz prevé que un cuarto del total de sus inversiones en el periodo 2021-2025 se destinen a proyectos bajos en carbono.

Los consejeros delegados de Repsol y Gazprom Neft, Josu Jon Imaz y Alexander Dyukov
Por otro lado, REP ha creado una nueva 'joint venture' con la rusa Gazprom Neft para la exploración en seis bloques exploratorios en la zona Karabashskaya del distrito autónomo de Janti-Mansi, en la zona occidental de Siberia. En concreto, la empresa conjunta se establecerá a través de la sociedad Karabashsky-6 LLC, propiedad de Gazprom Neft, que posee las licencias en los seis bloques. Según informó la compañía rusa, Repsol adquirirá una participación del 50,1% en esta sociedad una vez que ambas partes hayan cumplido con todas las condiciones previas al contrato, incluida la obtención de las pertinentes aprobaciones. 

La 'joint venture' será administrada por la compañía española y rusa en igualdad de condiciones. Esta operación se concreta así después de que el pasado mes de agosto recibiera el visto bueno de la autoridad antimonopolio rusa (FAS). Los preparativos para la prospección en los seis bloques exploratorios de Karabashsky se iniciaron en 2019 y están planificados trabajos sísmicos para 2020.

Casi una década en Rusia

En 2017, Repsol ya selló un principio de acuerdo con Gazprom Neft para reforzar su colaboración en la región de Siberia Occidental y explorar inversiones conjuntas en el área próxima a la zona donde Eurotek Yugra, filial de la petrolera española en Rusia, ya posee licencias de exploración de hidrocarburos. Asimismo, la energética española también firmó el pasado mes de junio un memorando de entendimiento con la rusa y la anglo-holandesa Shell para la creación de una empresa conjunta para operar bloques de exploración en la Península de Guida, en Siberia. En este caso, la rusa es el principal accionista de la compañía, con una participación del 50%, mientras que Repsol y Shell tiene el 25% cada uno.

Repsol está presente en Rusia desde el año 2010 a través de su negocio de 'Upstream'. La compañía cuenta con derechos mineros sobre siete bloques de exploración, con una superficie neta de 2.206 kilómetros y 18 bloques de producción/desarrollo, con una superficie neta de 169 kilómetros cuadrados. También en Rusia, el grupo petrolero selló en abril de este año un acuerdo marco con la rusa Novatek para la firma de un 'megacontrato' a largo plazo de compra de gas natural licuado (GNL) procedente del yacimiento de Yamal, en Siberia.

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