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coffee & break de caixabank

Joaquín Maudos: "La prioridad del nuevo Gobierno debe ser reducir el déficit público"

27/06/2018 - 

VALÈNCIA. CaixaBank reunió este martes en València a un centenar de empresarios dentro de su iniciativa bautizada como Coffee & Break. Los allí presentes tuvieron la oportunidad de asistir a una brillante ponencia de Joaquín Maudos, catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València y director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), bajo el título de 'Presente y futuro de la economía española'.

Previamente Xicu Costa, director territorial de CaixaBank en la Comunitat Valenciana, presentó al "prestigioso profesor Maudos", a la vez que recordó el papel de la entidad domiciliada en València en el sector empresarial. "Hace diez años hicimos una apuesta en plena crisis por un modelo definido de negocio especializado. En aquel momento teníamos 10 centros de empresas en la Comunitat Valenciana y hoy ya son 13", recordó. "El 20% del total de las empresas de la región nos tiene como su primer banco, aportamos muchos proyectos, tenemos aquí la sede social y fiscal, buscamos apoyar a las 'startups', seguimos reforzando la obra social -más de 30 millones llegan cada año a la CV-, tenemos un programa de inserción laboral y, entre otras cosas, un proyecto cultural como el CaixaForum en el Ágora que pensamos que será el centro cultural de València", añadió.

A continuación tomó la palabra Joaquín Maudos para comenzar su alocución reconociendo que "la economía española progresa adecuadamente y los datos están ahí". Para ello recordó los dos millones de puestos de trabajo creados desde finales de 2013, el haber logrado crecer y al mismo tiempo pasar de un déficit a un superávit en la balanza por cuenta corriente y de capital -"algo que nunca había pasado"-, una mejora de la posición neta de inversión internacional y la caída de la deuda privada. "Se han corregido tres grandes desequilibrios en forma de reducción como el endeudamiento del sector privado, el déficit público y la deuda externa neta", señaló.


A su juicio algunas reformas han ayudado "pero más los vientos de cola como la bajada de los tipos de interés, el precio de la energía, la depreciación del euro y los riesgos geopolíticos en otros países como Turquía y Egipto que han desviado hacia España turismo, pero estos vientos de cola empiezan a amainar", advirtió. Como también ve como "persisten los desequilibrios macroeconómicos como la tasa de paro -España tiene la segunda tasa más elevada de toda la Unión Europea-, un elevado porcentaje de empleo es precario y el grave problema de la ratio deuda pública/PIB del 98,3% muy por encima del 60% que ya advierte la Unión Europea que es alto".

Maudos puso el dedo en la llaga al advertir lo que históricamente ha sido un mal endémico de la economía española: la productividad. "Tenemos un lastre como es una tasa muy reducida de crecimiento de la productividad y es una auténtica pesadilla", se lamentó ante los asistentes. Sin embargo, se mostró optimista por la buena marcha de la economía española "apoyada en un consumo y unas exportaciones que se mantienen vigorosas y en un entorno favorable gracias a tres variables que han ayudado mucho: la caída del precio del petróleo, el descenso de los tipos de interés y el aumento del turismo". Un crecimiento de la economía que ha servido "para reducir  cada año 25.000 millones de euros de deuda externa neta".

Sobre el paro recordó que la tasa ha caído 10 puntos desde su máximo histórico de finales de 2012, pero a la vez advirtió que "la creación de empleo ha perdido fuelle desde finales de 2017 pero la economía española sigue creando empleo". Como también el déficit público sigue reduciéndose -pese a que el ratio deuda/PIB "se ha multiplicado por 2,8 desde 2007 hasta el 98,3%"-, al contrario de lo que ha ocurrido con la deuda privada que ha caído en 62 puntos básicos de PIB desde 2009, lo que demuestra el intenso esfuerzo de desapalancamiento de empresas y familias. "El sector privado está próximo a completar su desapalancamiento", manifestó un Maudos ante el agrado de los empresarios asistentes.


El catedrático de Análisis Económico de la Universidad de València volvió a incidir sobre la productividad -"hemos cometido muchos excesos"- recordando que hasta 2008 crecieron mucho más los salarios que la productividad, lo que supone encarecer los costes laborales unitarios. "Está mejorando la productividad, pero a costa de destruir empleo. En lo que llevamos de siglo los costes laborales unitarios en España han aumentado un 25,7% frente al 18,7% de media registrado en la UE, lo que supone una merma en nuestra competitividad". 

Para Maudos los retos de la economía son, por un lado, crear empleo "creciendo, haciendo reformas estructurales, yendo más allá en la reforma laboral en la contratación y con políticas activas de empleo. Pido al Gobierno que no derogue la reforma laboral", reclamó; por otro, reducir el endeudamiento externo neto para lo que recordó que "solo los países rescatados como Irlanda, Grecia, Portugal y Chipre superan a España en lo que a posición de inversión internacional neta negativa se refiere"; en tercer lugar aumentar la productividad -"un problema endémico de la economía española"-; en cuarto, conseguir un sector público sostenible, lo que exige una reforma fiscal ; en quinto lugar, reducir la vulnerabilidad financiera de las empresas; finalmente, también reducir la desigualdad en el reparto de la renta. 

Otro de los aspectos que abordó fue la cada vez más escuálida 'hucha de las pensiones' que ha perdido 58.000 millones de euros desde 2011. "Hay que reformar el sistema de las pensiones, combinando retrasar la edad de jubilación con una reducción del porcentaje de pensión en relación con el último sueldo. La mayor esperanza de vida hace inviable el sistema actual donde las cantidades percibidas durante la jubilación son muy superiores a las aportadas en los años activos. La Seguridad Social presenta un abultado y creciente déficit de casi 18.000 millones, por lo que es prioritario reformar el sistema actual de pensiones".


Para terminar Maudos hizo dos grandes reflexiones. La primera sobre los cuatro riesgos que presenta la economía española, ya que "algunos de los vientos a favor están dejando de soplar o lo hacen con menos fuerza". Dichos riesgos no son otros que el previsible aumento del coste de financiación tras la retirada del programa de compras masivas de deuda del BCE; la subida del precio del petróleo, que ya se nota en el bolsillo de los españoles; y, el cuarto, los riesgos geopolíticos, que pueden revertir parte del turismo atraído en los últimos años. "Sumando esos vientos de cola que amainan es lógico que instituciones como el FMI recorten la previsión del PIB al 2,3% en 2019 y al 2,1% en 2020". 

La otra reflexión versó sobre las reformas estructurales con una prioridad que no es otra que "la reforma fiscal para reducir el déficit y la deuda pública". Pero también "la del sistema de pensiones, que hoy en día no es viable; la de la financiación autonómica donde reclamo la quita de una parte de la deuda de la Comunitat Valenciana porque hay motivos para ello como es la infrafinanciación; reformas encaminadas a la mejorar la productividad a través de programas de I+D+i, educación, infraestructuras e internacionalización de las empresas". Pero eso sí Maudos es consciente que "la inestabilidad política paraliza aún más las necesarias reformas porque hablamos de un Gobierno vulnerable al estar en minoría que necesita hacer concesiones para seguir gobernando".

La clausura del acto corrió a cargo de Bernardino Gosp, director de Empresas de CaixaBank en la Comunitat Valenciana, quien destacó que “el modelo de servicio para banca de empresas se basa en la relación a largo plazo con el cliente, ofreciendo un servicio especializado a cada segmento”. Gosp recordó, además, que “CaixaBank Empresas colabora con la Fundación Bancaria La Caixa en el proyecto GAVI Alliance, fundado el año 2000 por Nelson Mandela y Bill Gates para reducir la mortalidad infantil. Su misión principal es conseguir que los niños vivan vacunándolos”. Desde el año 2008, CaixaBank ofrece a las empresas la oportunidad de colaborar en la lucha contra la mortalidad infantil. Más de 700 empresas han dado apoyo ya a este programa, superando los 3,4 millones de euros en aportaciones.

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