MADRID (EP). Investigadores españoles han desarrollado un sistema para evaluar el síndrome visual informático, un nuevo cuadro clínico que afecta al 71% del personal de la Administración Pública y que produce problemas como visión doble o borrosa, ojo seco e incluso dolor de cabeza, especialmente a las mujeres tras la menopausia y a las que usan lentillas.
Y es que, la exposición a pantallas de visualización de datos como ordenadores, 'smartphones' o 'tablets' durante largos periodos de tiempo conlleva esfuerzos visuales y cambios en la superficie ocular y en el estado de la película lagrimal. Como consecuencia, se presentan un conjunto de síntomas, como visión doble, borrosa o dificultad para enfocar, denominado síndrome visual informático.
Para poder detectarlo con eficacia y paliar sus efectos, investigadores del departamento de Óptica, Farmacología y Anatomía y del Grupo de Investigación en Salud Pública de la Universidad de Alicante (UA) han elaborado el primer instrumento mundial que mide este trastorno en trabajadores y trabajadoras.
Se trata de un cuestionario, validado científicamente mediante técnicas avanzadas y autoadministrado, que consta de 16 ítems para medir la frecuencia de aparición e intensidad de los síntomas. Mediante su uso, se pueden obtener datos reales de prevalencia del síndrome y establecer revisiones de salud visual y medidas para su prevención y mejora.
En breve, estará a disposición de servicios de prevención, mutuas, consultas clínicas y otras universidades, en varios idiomas, a través del repositorio 'BiblioPRO', la biblioteca virtual de referencia científica internacional de los cuestionarios en español de resultados percibidos por los pacientes.
En este sentido, los autores, cuyo trabajo ha sido publicado en Journal of Clinical Epidemiology, Ophthalmic and Physiological Optics, Journal of occupational Health y recogido por la plataforma Sinc, han recomendado, para prevenir el síndrome visual informático, hacer descansos cada 20 minutos de exposición a pantallas y mirar durante 20 segundos a un punto alejado.
Además, han destacado la importancia de realizar parpadeos completos de forma pautada varias veces por minuto para evitar el picor y la irritación, así como ajustar el monitor a un ángulo de visión de 15 grados por debajo del nivel horizontal y estar a una distancia mínima de 50 centímetros.
"A partir de ahora en los reconocimientos laborales se podrá usar el cuestionario para detectar el síndrome visual informático y mejorar su tratamiento", han comentado los científicos, quienes han realizado un listado de síntomas que se han reagrupando en los 16 ítems del cuestionario, y se analizó el método más adecuado para evaluarlos a partir de una escala.
Del mismo modo, un comité de expertos en vigilancia de la salud de los trabajadores y optometría validó el diseño de este instrumento con técnicas avanzadas de análisis Rasch antes de llevar a cabo su aplicación en pacientes reales.
Uno de los retos a abordar en el marco del síndrome visual informático es estudiar su incidencia en edades infantiles y adolescentes para comprobar si tiene relación con el aumento progresivo de la miopía. "Todos nos hemos adaptado a la revolución de las TICs pero debemos analizar si no hemos sustituido con demasiada rapidez los libros por las tablets en las aulas sin tener datos clínicos sobre su impacto en la salud ocular de los más pequeños", han zanjado.