Llama a diseñar un Podemos en el que quepan "todas las ideas" pero sin construir "partidos dentro del partido"
MADRID, (EP). El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha hecho este sábado un llamamiento a la "unidad" y ha pedido a la dirección de su formación que, tras la Segunda Asamblea Ciudadana Estatal, no conviertan la organización "en un campo de batalla" ni mantengan "corrientes" o "partidos dentro del partido" una vez finalice el proceso.
"Tenemos que ser capaces de entender que los procesos de debate destacan entre sus virtudes la capacidad de cerrarse. Las ideas que nos organicen previamente a la Asamblea no deben constituir bloques ni corrientes ni partidos dentro del partido irreconciliables después del proceso", ha asegurado durante su intervención inicial en la reunión del Consejo Ciudadano Estatal de este sábado, que tiene como cometido organizar la asamblea.
Para evitar que se perpetúen corrientes, Iglesias ha defendido la necesidad de construir en ese congreso, previsto para febrero, "un Podemos unido en el que haya sitio para todo el mundo" y que además funcione como un "movimiento" de "contrapoder" gracias a esa "inteligencia colectiva".
"Necesitamos un Podemos en el que todas las ideas quepan con capacidad de debate permanente, pero creo que cometeríamos uno de los vicios tradicionales de los viejos partidos si convertimos nuestra organización en un campo de batalla de diferentes partidos que compiten dentro", ha enfatizado.
Aunque ha reconocido que esta unidad no implica que todos en Podemos deban "pensar de la misma manera", ha defendido que no deben perder de vista "que Podemos no es un fin en sí mismo" sino un instrumento de las "mayorías sociales para vivir mejor y cambiar la sociedad". "Necesitamos una máquina para pensar y debatir y para gobernar", ha reclamado.
A este respecto, ha afirmado que aunque en la primera Asamblea Ciudadana Estatal de hace dos años fue necesario construir una "máquina electoral" para afrontar la "gymkana electoral" que tenían por delante, eso no justifica las "equivocaciones" que cometieron, ya que diseñaron una dirección en la que no hubo espacio para las minorías.
"Creo que no era necesario excluir de la organización a las minorías y nos equivocamos a pesar de que entendíamos que Podemos necesitaba un modelo presidencialista. Creo que hasta cierto punto lo exageramos", ha admitido.
Así, ha lamentado que este diseño hizo que el Consejo Ciudadano Estatal "naciera con un problema": estaba "demasiado vinculado a la figura del secretario general y no tanto a los proyectos" que son los que, a su juicio, tienen que definir por qué está uno en el Consejo Ciudadano.
"En ese sentido, aunque habrá diferencias en la organización, tenemos que avanzar para asegurar que el Consejo tiene una legitimidad propia y no una legitimidad asociada a ninguna figura concreta ni a un grupo de figuras concretas, y eso tiene que ver con firmar contratos con la militancia y con los inscritos", ha reclamado.
Así, ha ahondado en que, aunque aquel Podemos "seguramente necesitaba gobernabilidad", ahora es necesario establecer "mecanismos que hicieran compatible esa gobernabilidad con una coralidad" que, según ha afirmado, "es un clamor" en Podemos.
"Necesitamos un Podemos que no sea el partido de Pablo Iglesias", ha sentenciado, para añadir, en este sentido, que Podemos no necesita vincular su proyecto "a una cara ni a dos" sino "que sea un proyecto que esté por encima de sus dirigentes y portavoces. "Tenemos el desafío de cambiar esa dinámica", ha emplazado.
Eso sí, ha asegurado que aunque se equivocaron en "algunas cosas", también lograron una "irrupción en las instituciones que nadie antes había logrado". "Podemos estar satisfechos de lo que hemos conseguido", ha apostillado.
Este sentido, el secretario general ha destacado el "recorrido épico" que, a su juicio, ha experimentado Podemos desde su nacimiento y la irrupción del partido en varios parlamentos --como el de Euskadi, el de Cataluña, Madrid, Baleares o la Comunidad Valenciana-- tras los comicios autonómicos.
El líder de la formación morada también ha defendido que, en ese segundo congreso de Vistalegre, "toca" debatir sobre el tipo de oposición a ejercer. En su opinión, el partido debe hacer una "oposición política y parlamentaria" pero "también política en lo social".
Así, ha vuelto a insistir en el partido debe "ser capaz de construir una oposición popular que abra espacios de contrapoder en la sociedad civil" y "construya instituciones alternativas". "Cuando no tienes el gobierno, es fundamental que la sociedad sea capaz de auto-organizarse", ha argumentado.
De hecho, considera que el "desafío" de Podemos --como "segunda fuerza política", ha explicado-- es ganarse "los galones de oposición", no solamente en el trabajo parlamentario sino en "la construcción de una oposición popular que es capaz de demostrar que sabe gobernar mejor".
En su opinión, especial relevancia tiene superar ese desafío a sabiendas de que "los viejos repartos de posiciones" en el sistema de partidos tradicional ha llegado a su "fin" y de que Podemos tiene "la responsabilidad histórica" de aprovechar esta coyuntura que "puede permitir cambios positivos" para la sociedad.
En este sentido, ha afirmado que "es un orgullo" para él liderar una organización que, según ha manifestado, "se ha convertido en el referente de esperanza en Europa y el mundo entero".
También ha hecho alusión a la coalición electoral de izquierdas incidiendo en que los distintos partidos que la conforman deben seguir caminando juntos desde "la independencia de los sujetos políticos".
Según Iglesias, la construcción de "complicidades espacios de entendimiento" con dichos sujetos, contribuirán a construir "un bloque plurinacional popular" que les "acerque a la posibilidad de gobernar" en España.