MADRID (EP). Iberdrola invertirá unos 500 millones de euros para implantar su estrategia en el mercado eléctrico minorista italiano, país en el que la energética ha desembarcado este año para competir con operadores como Enel, y alcanzar su objetivo de una cuota de entre el 5% y 7% en el horizonte de 2023. Según señala en un informe el banco de inversión Equita SIM, Iberdrola afrontará este avance en el mercado transalpino por medio de crecimiento orgánico y sin adquisiciones.
De esta manera, la energética se pondrá en manos de su experiencia comercial para alcanzar esos objetivos de cuota de mercado en Italia, focalizándose en los clientes domésticos y pequeñas empresas, y descartando así la compra de compañías del sector en el país. En concreto, la eléctrica prevé conseguir entre uno y dos millones de clientes en Italia en los próximos dos o tres años y luego dar el salto a esa umbral de entre el 5% y 7% de cuota de mercado en el país, unos tres millones de clientes, para 2023. Este desembarco de Iberdrola en el país se produce al hilo de la decisión del Gobierno italiano de liberalizar el mercado eléctrico minorista, que estaba prevista en un principio para este año, pero que finalmente ha sido retrasada a 2019.
El mercado eléctrico de Italia cuenta con un total de 37 millones de clientes, de los que más del 60% están acogidos a la 'maggior tutela', como se denomina la tarifa regulada en el país. Según los analistas de Equita SIM, la entrada de Iberdrola en el mercado minorista eléctrico de Italia creará presión sobre los márgenes de las 'utilities' del país, entre las que se encuentran Enel, Eni y Edison.
Con esta entrada en Italia, la energética española busca seguir los pasos del modelo de negocio asentado en España, donde cuenta con una cartera de más de 16 millones de contratos, de los cuales más de 10 millones son de electricidad, casi un millón de gas y más de 5 millones pertenecen a otros tipos de productos y servicios. De ellos, más de 12,7 millones de los contratos de la energética son del mercado libre, mientras que 3,6 millones corresponden a la tarifa regulada.
En junio del año pasado, Iberdrola vendió un total de cinco complejos eólicos que poseía en Italia, que sumaban una potencia instalada de 245 megavatios (MW), por más de 190 millones de euros, además de la deuda asociada a ellos que ascendía a más de 222 millones de euros.
La internacionalización, con presencia en países muy sólidos o con gran potencial de crecimiento es uno de los fundamentales en la estrategia de Iberdrola. Así, el grupo está presente en Estados Unidos, donde la filial Avangrid constituye una gran plataforma para el desarrollo de nuevas redes, siendo además el segundo productor eólico del país; y en Reino Unido, donde la filial ScottishPower es líder eólico y se encuentra inmersa en un gran despliegue de redes y contadores inteligentes.
Además, tiene presencia en México, país en el que Iberdrola es el primer productor privado de electricidad, y Brasil, donde la pasada semana cerró la fusión de sus participadas Elektro y Neoenergia. Con esta fusión de sus participadas brasileñas, nace a la mayor compañía eléctrica de Brasil y a la primera de Latinoamérica por número de clientes, con 13,4 millones.
En Europa, además de en España, también está en Francia, con el desarrollo del parque eólico 'offshore' de Saint-Brieuc, o Alemania, donde este año inaugurará el parque eólico marino de Wikinger, entre otros países. El grupo prevé invertir 25.000 millones de euros, 1.000 millones más que la cifra inicialmente planteada tras ser revisada al alza el pasado mes de febrero, dentro de su plan estratégico 2016-2020.