El operativo de búsqueda se activó tras varios avisos de una pelea entre sus padres
VALÈNCIA. (Agencias). La Guardia Civil ha hallado enterrados los cadáveres de los dos niños desaparecidos hoy en Godella, un niño de tres años y medio y una niña de apenas cinco meses, según han informado fuentes próximas a la investigación.
La búsqueda de los menores se ha había activado después de que varias llamadas alertaran de gritos y una pelea entre los progenitores, que permanecen bajo la custodia de la Guardia Civil y han sido interrogados durante toda la jornada.
Tras conocer estos hechos, la Guardia Civil y la Policía Local han desplazado al lugar varias patrullas, que en un primer momento comprobaron que el padre de los menores se encontraba en la casa, y no así la madre, que según algunos testigos había salido corriendo y desnuda.
Al ser preguntado por los menores, el padre ha ofrecido respuestas "incoherentes", ha relatado el delegado del Gobierno, por lo que la Guardia Civil ha activado el operativo de búsqueda y aumentado los efectivos, ha señalado Juan Carlos Fulgencio.
Sobre las once de la mañana, la madre ha sido encontrada desnuda en el interior de un bidón, en una zona próxima as la vivienda, con arañazos "propios de haber corrido".
En el dispositivo de búsqueda han participado bomberos, equipos de rescate en montaña y perros adiestrados en la búsqueda de personas vivas y fallecidas.
La actitud de los padres en el transcurso de los interrogatorios ha sido poco "poco colaboradora", según las mismas fuentes.
Tras horas de búsqueda por los alrededores de la vivienda que ocupaba la familia, los agentes han encontrado los cuerpos sin vida enterrados en las inmediaciones.
Los padres de los menores, de en torno a los 30 años, Gabriel, de nacionalidad belga y María, mexicana, al parecer presentan algún tipo de desequilibrio y se mostraron reacios en todo momento a colaborar con el instituto armado, que reforzó el dispositivo para tratar de encontrarlos con vida.
Fuente próximas a la familia aseguran que desde hace años Gabriel y María habían adoptado un estilo de vida jipi además de mantener cierto coqueteo con algunas sustancias estupefacientes. Testimonios recogidos por Cuatro al Día en su entorno cercano afirman que Mónica, la madre de María y abuela de los niños había mostrado últimamente preocupación por la situación de sus nietos dado el estado de abandono de los niños así como su reiterada falta al colegio. También han descrito a Gabriel como una persona violenta.