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análisis ap - el futuro de compromís

¿Ha dejado de ser insustituible Mónica Oltra?

13/10/2020 - 

VALÈNCIA. Una de las incógnitas más importantes a despejar en esta legislatura se centra en el futuro que espera a Compromís y, en especial, a la que es, ha sido y al menos por un tiempo, será, su dirigente más reconocible y mediática, Mónica Oltra.

Desde su entrada en Les Corts en 2007, la política valenciana fue creciendo hasta convertirse en la lideresa icónica de la coalición conformada por Bloc, Iniciativa y VerdsEquo. Aunque la vicepresidenta ha estado envuelta en política desde su adolescencia, ahora son más de 13 años los que lleva en primera línea. Un periodo que puede dividirse en dos fases: oposición y gobierno. En esta segunda etapa, Oltra ha cumplido más de un lustro como vicepresidenta y portavoz del Consell, además de ostentar las competencias de Igualdad y Políticas Inclusivas, áreas delicadas que incluyen la gestión de dependientes, residencias de mayores o centros de menores.

Oltra, en una entrevista para VP en 2010, cuando todavía estaba en la oposición. Foto: EVA MÁÑEZ

Pero, ¿en qué punto se encuentra hoy Compromís y la propia Mónica Oltra? Para evaluar la situación, un factor importante es lo alejado que queda ahora el sueño de un sorpasso de la coalición valencianista al PSPV. Ya hace mucho tiempo que ningún sondeo deja a Oltra cerca de batir en las urnas al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Al menos si Compromís se presentara en solitario.

Analistas y politólogos recordarán cómo en aquellos primeros meses del Botànic en 2015 se auguraba un adelantamiento de Oltra al líder socialista que, por entonces, todavía no había logrado desprender esa aureola que un presidente debe lucir. Sin embargo, los años han pasado y lo que algunos socialistas califican como "el abrazo del oso" del presidente, se ha producido en cierta medida. El espacio de Compromís se mantiene, y quizá habría aumentado si Puig no hubiera recurrido al ardid del adelanto electoral, pero los valencianistas están lejos de alcanzar a un presidente consolidado que, con sus aciertos y errores, parece haber reforzado su figura con su gestión de la crisis de la covid-19.

Oltra y parte de su equipo camino de la primera reunión para el Pacto del Botánico en 2015. Foto: VP

Así pues, muy pocos en Compromís son los que piensan que existan probabilidades reales de arrebatar la Generalitat al PSPV-PSOE en un duelo mano a mano. Con esta premisa, la necesidad de repensar la coalición y su liderazgo se hace cada vez más presente en el Bloc frente al cariz más inmovilista de Iniciativa, el partido de Oltra. Las sensaciones respecto a la vicepresidenta son a menudo encontradas en el sector más joven y dominante de la formación nacionalista: creen que se acerca el momento de liderar Compromís -el conseller Vicent Marzà es probablemente el que más agrada-  en la futura candidatura a la Generalitat. Sin embargo, muchos son conscientes de la incertidumbre que implica situar a otro cabeza de lista que no sea Oltra. ¿Arrastraría los mismos votos?

Mientras algunos miran al diputado en el Congreso, Joan Baldoví, como otra figura popular que podría ser un cabeza de cartel reconocible, la sensación es que todo relevo -o intento de relevo- de Oltra que no naciera de la propia vicepresidenta, sería traumático y tan complejo que podría complicar la existencia de la marca que tanto ha costado construir.

Oltra junto a Vicent Marzà, Aitana Mas y Fran Ferri, algunos de los dirigentes más destacados de Compromís. Foto: KIKE TABERNER

Ahora bien, es un hecho poco subjetivo reconocer -al menos así lo hacen desde distintas patas de Compromís- que la portavoz del Consell no está en su mejor momento político, especialmente en lo que se refiere a las expectativas. Algunos inciden en que el propio Baldoví -un fijo en La Sexta- acapara ahora más atención mediática; otros señalan que el desgaste de la gestión en un área como Políticas Inclusivas está pasando factura e incluso desde Iniciativa, su partido, hay quien puntualiza que Oltra posee un núcleo cada vez más pequeño y cerrado de colaboradores. Un 'búnker' que, según estas fuentes, incluso queda fuera del paraguas del fundador e histórico valedor de la vicepresidenta, Pasqual Mollà.

Al margen de estas interpretaciones, la realidad es que la actual foto fija de la carismática política sí desprende cierto halo desenfocado. Muestra de ello, al menos para algunos, es sus movimientos estratégicos para respaldar a históricos dirigentes del Bloc como Enric Morera o Rafa Climent, que habían visto cómo las generaciones más jóvenes de su formación estaban dispuestas a moverles la silla. Unas maniobras que terminaron con una renovada sintonía entre la vicepresidenta y esos dirigentes de la vieja guardia nacionalista, que han mantenido sus cargos.

Joan Baldoví junto a Joan Ribó y Mónica Oltra en la noche electoral de 2019. Foto: VP

Pero este 'sudoku' es todavía más complejo. La posibilidad de que Mónica Oltra pudiera recalar como candidata a la Alcaldía de València en 2023 abre otra dimensión a todo este debate interno. Joan Ribó llegará a su reelección con 75 años y, él mismo, ha deslizado su intención de dejar paso. No obstante, en política estas cuestiones no son sencillas: desde el entorno del alcalde hay muchos que le animan -y le animarán- a seguir, puesto que, probablemente, un aterrizaje de Oltra cambiaría el modus vivendi y la composición del grupo municipal.

En este punto, hay disparidad de opiniones también en el Bloc. Mientras en el ámbito autonómico se vería con buenos ojos a Oltra como candidata a la Alcaldía -podría ser una manera de arrastrar voto, si coinciden fechas electorales y Marzà tendría vía libre para la Generalitat-, no resulta a priori tan apetecible para las huestes del Bloc en la ciudad de València, que llevan muchos años a la sombra de Ribó para ahora vivir bajo la batuta de Oltra.

Así pues, Compromís se enfrenta a una legislatura que, para un sector de la coalición, debe implicar una transición de los poderes en su día artífices de la entrada en las instituciones de la coalición y plasmarse en una evolución de la marca que deje atrás la organización estanca de tres partidos diferentes. Para otros, sin embargo, los equilibrios en Compromís son tan delicados que cualquier perturbación podría desintegrar la relevante posición del valencianismo político que tardó décadas en construirse. Y en el centro de este debate, la figura a seguir, imprescindible o no, será la de Mónica Oltra.

Oltra posando con algunas de sus famosas camisetas. Foto: KIKE TABERNER

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