VALÈNCIA. Jueves 1 de agosto de 2019. Grifols (GRF) despide la sesión bursátil en los 29,58 euros, es decir, su cota más alta desde su estreno en mayo de 2006. La cotizada presidida por Víctor Grifols marcaba un hito tras un espectacular rally alcista iniciado el cinco de julio, cuando cerró en los 22,85 euros, con una revalorización de un 29,45% en ocho semanas. Casi nada.
Pero desde el uno de agosto la cosa ha dado un giro radical y lo que comenzó como una lógica recogida de beneficios se ha traducido en una caída del 8,36% tomando los 27,10 euros del cierre del pasado viernes. Todo ello en un nefasto septiembre donde solo ha logrado subir en una jornada -la del día 11 cuando avanzó un 1,32%- y superando en varias de las últimas sesiones su media diaria anual situada en los 671.771 títulos, según los datos de Infobolsa.
Pese a todo el que es uno de los mayores productores mundial de hemoderivados presenta una revalorización anual en el parqué del 19,04%, lo que la convierte en la décima mejor dentro del Ibex 35. Su capitalización, por su parte, se sitúa en los 11.548 millones de euros, superando a ACS (11.353), Cellnex Telecom (11.212) e IAG (10,985%), el último del ranking del índice selectivo en valer más de 10.000 millones de euros.
"La cotización de las acciones de Grifols sigue sufriendo la rotación del mercado hacia la búsqueda de nuevas oportunidades en los valores más castigados en lo que va de año, y los títulos del laboratorio barcelonés tratan de mantenerse ahora por encima del nivel psicológico de los 27 euros por acción sobre los que viene cotizando desde el 5 de julio", advertía en un informe el pasado viernes Aitor Méndez, analista de IG.
Una GRF cuya nueva hoja de ruta pasa por tener centros de donación de plasma en China a partir de 2024, tal y como lo anunció la cotizada catalana en su última junta general de accionistas del 24 de mayo. Los centros de plasma son muy importantes para Grifols, ya que el plasma -la parte líquida de la sangre que queda tras retirar plaquetas, glóbulos rojos, leucocitos y otros componentes celulares- es la materia prima usada para producir los medicamentos plasmáticos que comercializa esta multinacional. Grifols quiere pasar de los 256 centros de plasma que tenía al cierre de 2018 -220 de ellos en Estados Unidos y los 36 restantes en Alemania- a 316 en 2022 y a un total de 370 en 2024.
En la proyección de futuro presentada a los accionistas, Grifols precisaba que en 2024 un total de 264 de estos centros de plasma estarían situados en Estados Unidos, otros 52 en la Unión Europea y un total de 54 en "otras localizaciones". Fuentes de Grifols consultadas por Efe aseguraron que ello no quiere decir que esos 54 centros vayan a estar todos en China, pero han comentado que es "muy probable" que para entonces la multinacional ya tenga centros de donación en China, entre otros países.
La multinacional cerró la primera parte del año con un beneficio neto de 286,9 millones de euros, lo que representó un descenso del 10% respecto al mismo periodo del año pasado. Por su parte, la cifra de negocio se situó en los 2.423,4 millones de euros, un 14,3% más gracias al crecimiento en todas las divisiones y principales zonas geográficas donde opera la compañía
La deuda financiera neta de la compañía era de 5.845 millones, incluyendo 554 millones de caja y excluido el impacto del IFRS 16, mientras que el ratio de endeudamiento neto mejoró hasta 4,5 veces por el incremento del Ebitda y la optimización de la gestión de capital circulante en el segundo trimestre. Grifols, que cuenta con una red de 293 centros de plasma en Estados Unidos y Europa, presentó en el primer semestre resultados positivos complementarios de su estudio clínico sobre el alzheimer para su tratamiento.