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gortázar: "no vamos a desbancarizar españa, sería un error"

Goirigolzarri rechaza que no devolver todas las ayudas para rescatar Bankia sea "un fracaso"

18/09/2020 - 

VALÈNCIA. El presidente de Bankia y futuro presidente ejecutivo de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha rechazado este viernes que la no recuperación por parte del Estado de todos los recursos que invirtió en el rescate de Bankia suponga "un fracaso" y ha destacado que la entidad resultante mejora la expectativa de devolución de los recursos públicos.

José Ignacio Goirigolzarri ha recordado que las ayudas estaban justificadas por la necesidad de “salvar” a los depositantes, ya que de lo contrario el coste público habría sido de 60.000 millones, el triple de lo que costó. Además, ha rechazado la idea de que la no recuperación de todo los recursos comprometidos por el Estado sea un fracaso 

Goirigolzarri, nombrado por el FROB en 2012, ha defendido a lo largo de su mandato ha defendido que su intención era devolver a los contribuyentes los 22.000 millones que el Estado destinó al rescate de Bankia. Ahora, tras la operación con CaixaBank, ha manifestado que la fusión es “muy positiva” para los accionistas de Bankia por la expectativa de crecimiento del beneficio por acción de la nueva entidad, lo que “optimiza” la expectativa de recuperación para el FROB.

La expectativa de crecimiento del beneficio por acción en 2022 es del 28% para los accionistas de CaixaBank y del 69% para los de Bankia, calcula la entidad.

El presidente de Bankia ha definido que la fecha prevista de la privatización, el 31 de diciembre de 2021, no supone "ningún compromiso" y el consejo de ministros puede "trasladar esa fecha" para, siempre con la idea de privatizar, hacerlo en el momento en que se pueda "maximizar" la recuperación de los recursos públicos.

“Seguro que se podrían haber hecho cosas mejores, pero cuando hacemos la comparación entre 2012 y 2020 hay que tener en cuenta el dramático entorno del negocio financiero, con cuatro años de tipos de interés negativos”, ha justificado Goirigolzarri. Así, en el entorno actual, ha destacado que la operación sitúa al banco en una mejor posición para devolver total o parcialmente las ayudas.

Goirigolzarri ha asegurado, además, que no se ha recibido "ningún tipo de presión" del Gobierno para incluir a un representante del FROB en el consejo.

Por su parte, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank tras la absorción, ha manifestado que la presencia del FROB con el 16% del accionariado del nuevo banco supone una “responsabilidad adicional” en línea de que la expectativa de recuperación de la inversión sea “la mayor posible”. "Es un motivo más para hacer un buen trabajo", ha insistido el directivo, que ha dicho que no le preocupa que el estado alargue su presencia en el accionariado.

Jordi Gual, actual presidente de CaixaBank, se mantendrá en el cargo hasta que se haga efectiva la fusión y, cuando eso suceda, "tendrá ocasión de explicar sus planes", ha dicho Gortázar.

Gortázar, primer ejecutivo

José Ignacio Goirigolzarri ha asegurado que una de las lecciones que ha aprendido de los procesos de fusión que ha vivido es que la línea de mando ha de estar “absolutamente clara”. En ese sentido, ha explicado que desde el principio se tuvo claro que Gortázar debía ser el primer ejecutivo de la entidad y ha detallado que, ante la complejidad de la operación, se consideró adecuado reservar para la presciencia la secretaria del consejo, la comunicación y la auditoría del banco resultante.

Goirigolzarri ha explicado que, personalmente, sentía la “necesidad” de implicarse en este proyecto porque cree que puede contribuir al éxito del mismo, pero sobre sus expectativas de permanencia en la presidencia ejecutiva ha asegurado que está a disposición de los accionistas.

En cuanto a José Sevilla, actual consejero delegado de Bankia, ha avanzado que tendrá una  “gran responsabilidad” en el comité de dirección del nuevo CaixaBank.

Salir al extranjero

Sobre la posibilidad de ampliar su presencia en el extranjero tras la ganancia de tamaño que ofrece la fusión, Gortázar ha explicado que a corto plazo el objetivo es consolidar la "fantástica presencia" que CaixaBank ya tiene en Portugal mediante BPI, una filial con la que prevé seguir creciendo de manera orgánica.

Sin embargo, no ha descartado que a medio o largo plazo, con la caída de las restricciones para las operaciones transfronterizas, se puedan plantear oportunidades, pero las ha supeditado a lograr el objetivo prioritario para los próximos años, que es consolidar la fusión.

En cuanto a otras consecuencias de la operación, ninguno de los dos directivos ha accedido a detallar aspectos como la posible duplicidad de clientes, la ubicación de sus despachos entre las dos sedes operativas de Barcelona o Madrid, la política de previsiones o el alcance del recorte previsto de la plantilla conjunta de Bankia o CaixaBank.

Gortázar: "No vamos a desbancarizar España"

Aunque tampoco se ha cuantificado el alcance del ajuste previsto en la red de oficinas, que probablemente será más intenso en Madrid, Cataluña y la Comunitat Valenciana, Gortázar sí ha sido explícito en la estrategia.

"Claro que va a haber ajuste de oficinas, no sabemos cuántas, pero el proceso de reducción de oficinas sigue su curso de manera ordenada. Pero en absoluto vamos a desbancarizar España porque sería un error. En eso estamos de acuerdo", ha subrayado.

Sobre el impacto de la operación en la competencia del mercado al reducirse el número de entidades, Gortázar en el mercado bancario español hay "muchísima competencia" y la consolidación "refuerza a un jugador y le permite ofrecer mejores productos y más competitivos".

Adiós a Bankia como marca

El presidente de Bankia ha confesado sentir cierta pena por la desaparición de la marca Bankia tras una década de vida, una cuestión que está absolutamente decidida. Aunque ha destacado que el trabajo de los últimos años ha permitido reparar el daño que la marca sufrió en 2012, ha admitido que aún arrastra aspectos negativos del rescate.

La apuesta por CaixaBank como enseña se justifica porque está consolidada como marca, porque tiene el mismo nombre que la fundación y porque el coste del cambio de la marca Bankia es "más discreto". Además, ha explicado que incorporar "algún elemento" a la marca CaixaBank que recordase a Bankia sería "costosísima".

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